Tiempo de calidad

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Hoy los rayos del sol quemaban bastante, no había indicios de lluvia o de un clima templado.

Era un lindo día para HeeSeung.

Al despertarse recordó las cosas que habían hecho ayer con SungHoon. Luego de la salida el menor lo dejó en casa y compartieron bastantes besos. No solían ser tan cariñosos uno con el otro, pero lo eran cuando se veían.

A HeeSeung le gustaba sentir como Park le daba caricias y besos. Siempre lo hacía sentir amado.

Con esos simples pensamientos, ya se encontraba un sábado como hoy listo para salir al trabajo.

Se preparó unos panqueques y de beber solo tomó un batido de frutas.

Al tiempo que terminaba de ordenar sus cosas para salir, agarró su celular y se tomó una foto. Mandar los mensajes mañaneros a SungHoon era algo que le gustaba hacer.

Pensó en lo lindo que se vería Hoon recién levantado, alistándose con ese traje que lo hacía ver bastante elegante. A veces lo iba a ver cuando le dejaba su desayuno. Eran escasos días en donde Park le pedía a Hee un desayuno preparado por él.

A HeeSeung le hubiera gustado hacerlo todos los días, pero SungHoon no se lo permitió. Siempre le decía que solo ciertos días bastante particulares lo necesitaba.

Esas corbatas que llegó a ver puesto en Park algunas veces, lo hacían sonrojar.

—Hoon siempre fue guapo, desde el primer día en que lo vi.

Tenía eso en mente. Cualquier cosa le quedaba bien, en realidad, no había que pensar mucho en esto y en el otro.

Encendiendo el automóvil, puso una playlist que le gustaba demasiado. Todas las mañanas la ponía, se había hecho una costumbre. Adoraba las canciones en esta porque las escuchaba parte de su adolescencia con el castaño en ciertos lugares donde ambos iban juntos.

[...]

—¡Buenos días, Lee! ¿Qué tal el día de ayer? Recientemente tuvimos noticias sobre el nuevo equipo de música que nos iban a traer se supone este mes.

HeeSeung saludó amablemente a los que pasaban cerca de él. Conocía a todo el equipo, era importante mantener el área laboral en ambiente, nada de diferencias o incluso parte de la vida personal—si esta ya era demasiado personal—.

Podría soportar cualquier carga de laboral, algunas criticas (constructivas), discusiones con algunos miembros. Pero todo ello se debía a que lo más importante para el era la comunicación y él sabe que eso se construye poco a poco.

Caminaba lentamente saludando a ciertos trabajadores. Les mostraba la alegre sonrisa que lo caracterizaba, hasta por fin llegar a su área de trabajo, lugar donde lo esperaba uno de sus mejores amigos y compañero de trabajo; Jungwon.

—Hola, Hee. El director quiere que vayas a su oficina, tiene algo importante que decirte antes de que empieces tu horario.

Para el azabache, eso era tan raro como haber mandado a una persona para dar la noticia.

¿Pero quién era él para dudar de el jefe? Si necesitaba su ayuda o iba a recibir algún encargo, sería su prioridad.

—Está bien, voy en camino, solo permíteme dejar mis cosas. No tardo.

Entonces tan rápido como pudo, acomodó todo en su sitio de trabajo y se dirigió a la oficina principal.

Respiró profundamente, ya que, cualquier situación inesperada lo ponía mínimamente nervioso, sus manos empezaban a ponerse un poco pegajosas por el sudor que empezaba a emitir y debía recordar mantener la calma.

SOUR TASTE © | 𝖧𝖾𝖾𝖧𝗈𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora