CAPÍTULO 3.

230 17 2
                                    


“Una semana antes de la boda”

Aníbal regresaba a casa, Arturo y Amparo levemente cruzaban palabras.

Arturo seguía firme, ya no la había buscado y bueno, también había cancelado lo del divorcio, sabía que nada iba a hacer de cambiar de opinión a Amparo y no iba a seguir perdiendo dinero en eso.

Amparo, por su parte, estaba feliz de que él le había hecho caso respecto a lo del proceso del divorcio, ahora estaba decidida a regresar con él y nada le haría cambiar de opinión, días antes había escuchado lo que él le susurraba, ahora ya lo recordaba a la perfección, ese día como aún seguía media dormida, no había prestado tanta atención.

Isabel y Daniel cada día más nerviosos por qué por fin se iba a poder unir como Dios “manda”.

“Comedor, tarde”

ARTURO: que bueno que ya regresaste hijo, ¿cómo te fue?, ¿todo bien?
ANÍBAL: - terminaba de saludar a su madre - bien, todo bien. Ha salido un nuevo contrato, es muy importante, sólo que se firmará en dos semanas, después de la boda de Daniel e Isabel voy a regresar a la capital, tal vez me quedé algunos meses por allá, hay mucho trabajo y bueno, trabajar desde aquí no es muy cómodo.
AMPARO: pero, Aníbal, ¿eso quiere decir que te vas a ir?
ANÍBAL: no exactamente mamá, voy a venir a verlos mientras pueda, sin embargo, necesito checar los negocios de allá y hacerlo desde aquí es un poco complicado, hay muchísimo trabajo, los días que estuve ahí me di cuenta.
AMPARO: bueno, pues si no nos queda de otra, ya que.
ANÍBAL: no te pongas así mamá, les prometo que voy a venir a verlos lo más que pueda o ustedes me pueden ir a visitar - decía sonriente.
ARTURO: tal vez y eso sea una buena idea, hace mucho quiero ir a la capital - respondió sonriendo también.

Al ver la sonrisa de Arturo, a ella le emocionó, así que decidió no oponerse y quizás cuando fueran ya ambos estuvieran arreglados y así poder disfrutar de la capital juntos.

AMPARO: bien, bien, entonces ya veremos. ¿Saben a dónde fueron Isabel y Daniel? - preguntaba a los dos hombres.
ARTURO: creo que fueron a dónde el padre, necesitaban confesarse y lo iban a hacer hoy.

Después de eso en la mesa se platicaron temas triviales, la tensión entre Arturo y Amparo se sentía levemente y Aníbal obviamente se dio cuenta, le había estado gustando mucho verlos días antes riendo o compartiendo juntos, pero ahora contrabajo y Arturo le respondía a Amparo.

Arturo se sentía confundido, él siempre pensó que Amparo siempre iba a esperar el divorcio y en cuanto lo tuviera, lo firmaría, ella siempre lo rechazaba, incluso muchas veces él notaba como a ella le costaba hacer cosas a su lado.

Entonces, ¿por qué ahora ella no lo había firmado?, ¿Acaso tanto lo odiaba que quería hacerlo sufrir a su lado? En el mismo casi infierno, por qué él así lo sentía, sentirla tan cerca de él, pero sin poder besarla o acercarse a ella como quería, era el infierno. Por lo mismo trataba de no hablarle, tal vez y si ella notaba que él estaba decidido ella sería quien lo buscaría, y aunque Arturo tenía una leve esperanza sabía que eso sería difícil, Amparo era una mujer orgullosa y firme, jamás doblegaría o eso pensaba él.

Mientras tanto, Amparo se sentía mal; sabía que ella había provocado en parte eso, pues él muchas veces se le había acercado y ella lo había rechazado.

Tenía miedo, miedo de volver a confiar en él y que volviera a fallarle, que se volviera a entregar y la volviera a lastimar, a pesar del tiempo aquella herida no sanaba por completo. Sin embargo, ahora al sentir la presión del divorcio había decidido dejar ir ese miedo y vivir el presente y su presente era Arturo, sus hijos y nieto. Su familia.

>>>

Poco a poco los días iban pasando, Aníbal en sus negocios, Daniel en el aserradero y muchas veces en las cosas de la boda, Arturo en la clínica, Isabel y Amparo habían estado checando los últimos detalles del vestido y confirmando invitados y demás cosas. Alejandra y Uriel habían llegado en esos días y se quedaban en la casa Otero, ayudando en lo que podían.

UN AMOR INEFABLE EN TIERRAS SALVAJES. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora