Arturo tosió, pues la pregunta llegó de repente.
ARTURO: ¿por qué la pregunta? - preguntó en tono nervioso.
ALEJANDRA: o sea que sí - dijo mitad pregunta y mitad afirmación.Arturo no hablaba, sólo quedaba viendo como ella alzaba la ceja mientras lo veía.
ALEJANDRA: y, ¿cómo fue?
ARTURO: ¿quieres que yo te explique cómo fue?, ¿segura? - decía alzando la ceja también y con una sonrisa pícara.Alejandra entendió su indirecta rápidamente, pero antes de echarse a reír, dijo.
ALEJANDRA: si, tío. Explícame.
Al ver la cara que Arturo puso, ella sólo empezó a reír a grandes carcajadas.
ALEJANDRA: pues que bueno que ya se arreglaron, me da mucho gusto por ustedes, y mira que buena fecha agarraron para arreglarse.
ARTURO: ¿fecha? ¿por qué lo dices?
ALEJANDRA: como que por qué, por qué la vas a tener para ti solita, seguro y no van a descansar en ningún momento - rió - nosotros pensábamos venir a verlos venir, pero será mejor que sean ustedes quienes nos visiten, no vaya a hacer que vengamos y los encontremos haciendo quien sabe que - volvió nuevamente a reír, pero ahora más fuerte.Cuando vio que su tío empezaba a avergonzarse se paró y sin más se fue, ni siquiera dejó que él hablara o algo.
Alejandra venía subiendo viendo su teléfono, cuando de repente sintió a su lado a Arturo que había caminado lo más rápido posible para alcanzarla.
ARTURO: Alejandra, por favor aún no vayas a comentar nada, ni siquiera a tu esposo. Primero queremos arreglar bien todo y hablar con nuestros hijos, ¿puedes guardar por un corto tiempo el secreto? - dijo mirándola directamente con mirada casi suplicante.
ALEJANDRA: no pasa nada, tío. Yo no diré nada, sólo ustedes traten de ser un poco más discretos, porque ya todos se dieron cuenta de las miradas que se dan y de los roces de mano que te hace mi tía.
ARTURO: gracias entonces hija. Bueno, me voy porque tengo que alistar mis cosas.
ALEJANDRA: vale, igual.Y así cada uno agarró para su respectivo cuarto.
Cuando Arturo llegó al suyo, vio una pequeña nota, la misma que decía “ya guardé tus cosas en mi bolsa, mi amor”, así que se dirigió a su cuarto para agradecerle, pero cuando llegó ella no estaba. Empezó a llamarla y a buscarla, pero no la encontró.
Amparo había bajado para dar orden que no harían comida, pues nadie comería en la casa. De la misma manera que, ese fin de semana nadie iba a trabajar, así que tenían descanso.
Los empleados estaban un poco sorprendidos, no porque ella no los dejará descansar o algo así, sino porque eso había salido de un momento a otro, ellos estaban acostumbrados a que, por lo general, les avisaban días antes, pero ahora no había sido así.
Aún así le agradecieron y ella volvió a subir a su cuarto, una nota en su cama fue lo que encontró “gracias mi amor, te amo” eso decía.Con una sonrisa en la cara, se acostó un rato y se durmió, aún seguía realmente cansada por la madrugada que había tenido.
Mientras que Arturo bajó nuevamente al despacho, volvió a revisar el papel que estaba leyendo y checando que todo fuera cierto.
Dicho papel era sobre el trabajo para la amiga 1, ella le había llevado su carta de recomendación y currículum ese mismo día en la mañana, lo había dejado con una empleada y cuando Arturo bajó, esta se lo dio.
El día anterior había estado conversando con ella sobre eso.
Todo estaba en orden, las recomendaciones que ella traía, eran ciertas. Se veía que le gustaba mucho su trabajo y la verdad es que había una vacante para ese puesto, pero después recordó que cuando le comentó a Amparo esta se negó, así que como ahora estaban bien, prefería mejor hablarlo primero con ella para ver que decía y opinaba.
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UN AMOR INEFABLE EN TIERRAS SALVAJES.
RomanceEn una relación de decepción, el amor siempre suele esperar más. Y Arturo, es la prueba de que mientras sigas amando a una persona, si tu decepcionaste, a ti te corresponde hacer volver a hacer que se enamoren y eso fue lo que logró en Amparo, que s...