࣪ 𓈒 ⭒ Sanemi OneShots | Lover Boy 🌱

Can I call you tonight?

•AU
•Perdida, Slice of life, romance

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En el patio de la universidad, sentado en el asiento de concreto que rodeaba el árbol más longevo de la institución, se encontraba el albino. No había nadie más que él ahí en ese momento. Estaba perdido en sus pensamientos con la cabeza gacha, sudando frío.

No sabía que hacer, estaba frustrado, abrumado. No tenia un lugar a donde ir para calmar sus penas.

En este momento la vida de Sanemi se había tornado en un mismísimo infierno.

Gracias a una terrible enfermedad había perdido a su madre. Lo más hermoso que tenía en su vida, su motor, su apoyo... Simplemente ya no estaba.

No podía creerselo, de ninguna forma. Su pobre madre era una mujer tan buena y había sufrido tanto en vida. Ni siquiera pudo verlos crecer... Estaba molesto, enfadado con la vida por la mierda que tuvo que pasar ella.

¿Por qué?, Tal vez era la pregunta más egoísta del mundo pero le daba igual, ¿Por qué no pudo ser alguien más y no ella quien perdiera la vida?

Hubiera preferido ser él quien cargara con esa enfermedad y quién ahora estuviese en una tumba. Pero, el destino era injusto y no se lo permitió.

Ahora, él era el responsable de sus hermanos menores, ya no tenía a nadie más ni ellos tampoco.

Se llevó la mano a la cabeza por el inmenso dolor que tenía ahora mismo al pensar en eso.

Era demasiado duro cargar con todo esto solo, eso sin mencionar que estaba en épocas de exámenes dentro de la universidad.

¿Cómo podría cuidar bien de todos ellos? ¡Ni siquiera estaba graduado! En ninguna parte lo contratarían con un salario que fuera suficiente para mantener a sus hermanitos. Había descuidado la universidad por la noticia y por los cuidados de los menores, cosa que le aterraba.

Si seguía así podría perder su beca y adiós a todo, sería un fracasado. Habría fallado en todo lo que le correspondía.

Su respiración comenzó a agitarse, estaba teniendo un ataque de nervios en este punto.

—¡Mierda! No... Mierda. —Intentó reprenderse a si mismo al ver que solo se ponía más y más ansioso, lo que incrementaba la jaqueca.

No era cuestión de "Si podría" era "LO QUE DEBÍA" hacer. Todo esto iba a volverlo loco.

Necesitaba al menos un pequeño apoyo... Por supuesto que tenía a su pequeña familia pero, no quería abrumarlos con este tipo de cosas. Ellos ya estaban lo suficientemente mal con la perdida para que él los hiciera sentir culpables con su estado mental actual.

Seguía divagando sin parar hasta que alguien le interrumpió.

—Shinazugawa... —Murmuró mirándolo, haciendo que al instante Sanemi levantará su rostro para ver de quién se trataba. —¿Te pasa algo malo? ¿Estás bien? Te ves muy pálido. —Rapidamente se acercó a él y puso su mano en su mejilla, parecía que en cualquier momento caería desmayado.

Esas preguntas.

Sintió una punzada en el corazón cuando las oyó. Al mismo tiempo... Sintió que pudo respirar de nuevo.

Cerró los ojos y dejó caer su cabeza sobre el abdomen de la femina.

—Solo... Solo déjame estar así un momento. —Habló con dificultad. No estaba pensando con claridad y por supuesto, si ella lo apartara no la culparía.

Sintió un espasmo cuando la mano de la contraria acarició su cabeza. Abrió los ojos como platos ante el contacto, la última vez que lo habían confortado así había sido en el hospital, siendo su propia madre quien lo hizo.