Capítulo 2

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Esta sentado frente a la puerta viéndola de manera nerviosa, Izuku abraza un cojín de su sofá y lo aprieta mientras sigue viendo la puerta.

El minino lo ve fijamente desde lejos curioso porque por ello, por fin había pasado un día e Izuku sabía que eso significaba que las cosas que ordenó para el gato llegarían.

Pero eso conllevaba a algo lo cual era lo único que detestaba del servicio de paquetería que utilizaba.

Sonó el timbre y dio un respingo, abrazo con más fuerzas la almohada, no fue el único, el gato dio un salto por el repentino sonido, Izuku gira la mirada y admite que le sorprende como el gato logro llegar desde el pasillo de su entrada hasta el sofá de un salto.

Se levanta con nervios y abre la puerta solo asomando un ojo y viendo al repartidor sonreír amable.

—Buen día, paquete para Midoriya.

Dice eso y asiente, el hombre le entrega unas hojas para firmar, Izuku las toma y mete dentro firmando las con las manos temblando, las devuelve y el repartidor deja el enorme paquete en la entrada y se marcha para dejar que el cliente lo tome ya que se vaya.

Ya lo conocía, algo así, era un extraño, pero el mismo de siempre, por lo que pasadas unas cinco entregas se dio cuenta que a ese cliente no le gustaba interactuar en ninguna forma.

Cuando Izuku confirma que el hombre se fue rápidamente mete las cosas y abre la caja, el gato sigue viendo atento y curioso lo que sea que ese humano hacía.

El día anterior fue estresante porque no sabia si lo que le había dado de alimento fue del todo bueno para él, pero quiere creer que, si cuando noto que las heridas realmente sanaron de manera rápida, demasiado cree él.

Pero no lo cuestiono, no sabe nada sobre animales y por más información que encontró en línea, estaba seguro de que no era normal, aun así, no quiera ser negligente y la comida de humanos probablemente no era la mejor opción al final del día.

Saca las cosas, una cama acolchonada, un par de juguetes, una bolsa grande de croquetas — Necesita que duren, así no tendrá que ver al repartidor tan seguido — platos para agua y comida, más un arenero.

Todo parecía ser lo esencial, busca entre todas las bolas de unicel que eran para mantener todo seguro el último artículo de la lista.

Para ese punto el minino ya estaba aun lado suyo ojeando y olfateando curioso la cosas que compro, en esas más de 24 horas el gato había aprendido que el humano frente el, no era del todo malo, jamás le alzo la voz, no trato de dañarlo, lo alimento mas de tres veces en un día, cosa que ya era extraño, además de dejarlo estar libre dentro de ese extraño lugar con muebles y escaleras.

Izuku por fin encuentra el último artículo, un collar, sabía que, si de salirse por error seria muy complicado encontrarlo o incluso reclamar ser su dueño si no lo llevaba, pero cuando el minino ve este gruñe de manera demasiado agresiva y todos sus cabellos se erizan, Izuku se asusta por su reacción y lo ve preocupado por temor a que lo provoco.

Se levanta en busca de que pudo hacerlo reaccionar de esa forma, pero el gato sigue gruñendo y retrocede cauteloso, entonces Izuku nota que esta viendo el collar en su mano con bastante odio.

No sabe si realmente es a lo que el pequeño gato le teme, pero decide soltarlo de vuelta en la caja y mostrarle sus manos vacías.

—Nada de collar ¿Ves?

Dice eso aun escéptico con la idea de que lo entienda, pero sinceramente habla tan poco con personas que el ser capaz de hacer, aunque sea con su nuevo gato era un poco gratificante.

Fobia Social - DekuKatsu (Hibridos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora