Pienso en aquel futuro que no tendré, dejando escapar suspiros porque simplemente ya no estaré. Y no es que me atormente la vida el ya no estar, sólo que es el afán de que suceda.
Y es un apretón de pecho que me pone a pensar, quiero caminar sin algún rumbo pero llegar aquel lugar que siempre he soñado; ese donde sólo hayan unos cigarrillos y café, mucho café para convinar con esta soledad.
Una hoja seca llama mi atención, la tomo y empiezo a deshacerla ¿Existe mejor placer? Lo dudo.
Pienso en cómo será todo cuando ya no esté, río con mi pensar. Es obvio, todo será igual, porque no hay nada que me amarre a este lugar, todo sigue normal y yo cansada de pensar.
