Usted está conmigo pero es del todo libre, porque no podría pasar encima de sus decisiones aunque quisiera.
Si usted quiere irse, lo puede hacer y si quiere quedarse lo aceptaré. Aunque debe tener en cuenta que el quedarse es una condena y estaríamos juntos en ella haciendo lo que nos venga en gana.
Porque es que no existe nada tan hermoso que un alma libre en su totalidad, porque un alma cautiva deprime.
Usted también debe tener en claro que soy suya en totalidad y puede hacer lo que quiera conmigo menos daño, porque el daño que cause en mí será reflejado en el pasar del tiempo en usted.
Tenga muy en claro que esto es un pacto que me vi obligada hacer, porque yo no soy ingenua y sé que usted pronto partirá y no lo retengo porque esa es la ley de la vida; pero debe saber que no permitiré que se vaya sin antes no haberle marcado la vida y me recuerde cuando piense en algo que dejó partir.
Usted pronto acabará marchándose y luego me recordará y le dolerá... En cambio, yo me quedaré feliz porque cumplí lo que quería e hice todo lo que me pidió, quererlo hasta el cansancio no pude más.
Siempre que piense en mí, recuerde que fui ese corazón noble que usted partió en pedazos y hoy en día busca cada parte de él pero ya es tarde.
Ahora es mi turno de romper corazones, pero siempre pensando en usted.
