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Jake y Sunghoon se encontraban corriendo por los pasillos de aquel hospital, sus nervios albergaban a flor de piel debido a la preocupación que hace unos instantes se había instalado en sus mentes. Jay no había querido dar detalles sobre el estado de la chica así que tuvieron que ir por su cuenta.

- ¿Donde se encuentra la habitación C34? -uno de los enfermeros frenó al sentir como la mano de Sim se posaba en su hombro.

- El piso que sigue, segunda habitación.

Ambos jóvenes agradecieron y se dirigieron a donde recién les indico el chico.

El elevador marcó en el piso 13, las puertas abrieron y sus cuerpos salieron casi volando de el cubo.

Los ojos de los dos jóvenes se posaron en una figura femenina que permanecía afuera de la habitación, sentada en uno de los sofás blancos junto a la puerta.

- ¿Hola? -saludó el rubio en cuanto se acercó al cuerpo de la pelirroja.

- Oh... Hola -la joven se levantó para realizar una pequeña reverencia- RyuJin se encuentra dentro de la habitación, pueden pasar a verla.

Sunghoon le echó un vistazo antes a la coreana tratando de recordar su rostro o tan siquiera algún dato de ella. Al no encontrar respuestas se adentró junto con el rubio, no podía perder más tiempo.

- RyuJin... -llamó Hoon, no espero respuesta por parte de la contraria y sin dudarlo, corrió hacia ella para poder abalanzarse encima- Sigues viva, ¿verdad?

- Claro que sigo viva, tonto -de igual forma correspondió su abrazo, escondiendo su cabeza en el espacio que había por el cuello.

- ¿Qué sucedió? -se separó un poco, sus ojos se posaron en los ajenos en busca de alguna respuesta rápida.

La rubia volteo a ver a Jay que se encontraba sentado en uno de los sofás del lugar observando todo. Sus miradas se vieron cómplices, dudando si hablar o no. Si decían la verdad, corrían el riesgo de herir a Sunghoon y en todo caso, que no les crea y los tache de mentirosos.

- M-Me caí... por accidente metí los dedos para sostenerme y me rompí estos dos -señaló sus dos dedos de la mano derecha que se encontraban cubiertos con una férula para evitar algún tipo de movimiento- nada grave.

Sunghoon soltó todo el aire que sus pulmones estaban reteniendo sintiéndose mucho más relajado, al menos no había pasado a mayores.

- Deberías de tener más cuidado -los dedos de Jake se dirigieron a la cabellera de la rubia para acariciarla suavemente-. Yo me pongo de tributo para ser tu ayudante. -susurró, tratando que nadie más que la chica escuchara-. Se lo que se siente no poder limpiarte la cola por tu cuenta, Sunghoon limpia bien, le diré que te ayude en eso.

- No sabes el susto que me diste -inquirió Park abrazándola fuertemente. Sentía que quería llorar a causa del susto de solo pensar que le había ocurrido algo grave.

- Lo siento... -se lamentó al ver la preocupación de su mejor amigo- ¿Puedes ir a hacerle compañía a Yeji? Necesito hablar con Jake unos segundos.

- ¿La chica que está afuera?

- Si, ella me ayudó a venir... es amiga de Yuna.

- Bien, si necesitan algo estaré afuera.

Sunghoon dió media vuelta para poder encaminarse a la puerta y retirarse.

- Supongo que no te rompiste los dedos porque te hayas caído, ¿o si? -preguntó el rubio, dirigiéndose junto a Jay para sentarse junto a él.

La rubia negó.

𝗖𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗲𝗿𝗼𝘀 𝗗𝗲 𝗗𝗼𝗿𝗺𝗶𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora