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El hermoso castaño yacía en la silla de cuero de su escritorio modificando los planos para su siguiente proyecto. Pareciera que está haciendo arte, su lápiz se movía con velocidad tratando de capturar todas las ideas que su cerebro le mandaba. Uno de sus dedos tuvo que irse al tabique de su nariz al sentir que sus lentes se resbalaban.

Líneas por aquí, líneas por allá y el boceto estaba terminado.

Se llevó a los labios su taza de café tomando un sorbo, sus oídos captaron como la puerta de la casa era abierta para después escuchar como dejaban unas llaves sobre la superficie de una mesa.

- Cariño, llegue -informó Sunghoon, quitándose algunas prendas de su uniforme-. ¿Cariño?

Park se extrañó de no escuchar una respuesta, empezó a buscar a su pareja hasta poder verlo concentrado en su escritorio. Cuidadosamente se fue acercando tratando de no distraerlo y se sentó en el sofá que quedaba junto a su sitio de trabajo.

Inconscientemente se mordió los labios al ver lo sexy que se veía Jake: con los primeros botones de su camisa blanca desabrochados, sus mangas remangadas, el cabello despeinado, esos lentes de pasta escurriendose por su nariz. Su vista empezó a examinar cada detalle de su cuerpo, sonrió al verlo con esos pantalones ajustados, Jake era la típica persona que prefería ir al trabajo vestido semi-formal; una camisa en la parte superior mientras que de la cintura para abajo era un desastre. Aunque eso no evitaba que cada vez que lo iba a recoger al trabajo, las trabajadoras se lo comieran con la mirada. Prefería mil veces que su pequeño esposo se vistiera como un hombre de cuarenta años en ves de lucir encantador pero si se sentía cómodo vestido así, quien era para quejarse.

- Te he dicho que no trabajes después del trabajo, te esfuerzas demasiado -mencionó, acercándose para darle un leve masaje en los hombros.

Jaeyun dejo el boceto en su escritorio del nuevo edificio que se iba a realizar al sentir las manos de su chico sobre el.

- Tenía mucho trabajo y mañana es nuestro día libre, no quiero trabajar teniendo en cuenta que podría estar todo el día contigo.

Sunghoon sonrió al escuchar eso, tomó la mano del australiano y se dirigieron al sofá, con cuidado lo posicionó a horcadas de el mientras acariciaba su cintura con ternura.

- ¿Cómo te fue hoy? -jugó con unos mechones que caían sobre la frente de su enamorado.

- Me fue bien, hubo mucha gente en el hotel así que me mantuve ocupado.

- Vienes cansado deberías ir a dormir.

- Quiero estar contigo, el sueño se me pasa, ¿a dónde quieres ir mañana?

La parejita tenía la posibilidad de salir a donde quisieran un día a la semana al tener el día libre, claro, sin contar el sábado y el domingo en donde Jake no trabajaba y Sunghoon tenía trabajo de medio tiempo.

- Quiero ir a un parque de diversiones.

- ¿Parque de diversiones? ¿No crees que estamos grandes para eso?

- Vamos, solo tenemos veinticuatro años, no dejes que la diversión dependa de tu edad -el castaño lo codeo.

- ¿No quisieras ir a una cafetería o a la playa? -pregunta, juntando más sus cuerpos para poder rozar sus narices en un cálido toque. Los planes de Sunghoon por lo regular eran relajados dejando a un lado lo alocado, de eso se encargaba su pareja.

- Me tienta tu propuesta pero la vez pasada escogiste, es mi turno.

- Tus planes siempre son locos.

- Claro que no.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2022 ⏰

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𝗖𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗲𝗿𝗼𝘀 𝗗𝗲 𝗗𝗼𝗿𝗺𝗶𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora