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La trabajadora social se fue

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La trabajadora social se fue. Minho estaba tan ebrio y deprimido a la vez que no se nego cuando Jisung volvió a insistir para que se fuera a dormir. El tampoco se quedó atrás. Sin duda ambos necesitaban descansar un poco y así al día siguiente pensarían con mayor claridad sobre lo que les había dicho la mujer.

Se echó en su sillón. Sus párpados comenzaron a pesar y lentamente se fueron cerrando, cayendo en un ligero sueño que no tardó en ser interrumpido por el repentino llanto de Seungmin, quien despertó de malhumor y dando patadas al aire.

Con el pesar más grande. Minho se levantó y fue a cargarlo. Lo meció por un buen rato mientras le tarareaba aquellas canciones infantiles que le gustaban esperando que se calmara, sin embargo, el bebé no daba señales de querer cesar el llanto.

Jisung bajó las escaleras con los ojos abiertos a duras penas. Creia que Minho estaría durmiendo profundamente gracias a la borrachera y pensó que lo correcto era hacerse cargo de Seungmin al menos esa noche. Su sorpresa fue al verlo de pie y tratando de dormir al cachorro. Era un alfa admirable y persistente, tenía que admitirlo.

— ¿Cómo puedo tener resaca si ni siquiera he podido dormir? —maldijo Minho en voz baja.

—Quizás sólo hay que recostarlo —opina el omega con la voz más gruesa de lo normal.

—No está caliente, no tiene fiebre, sólo está
exhausto. Vamos, duérmete por favor...

—¿Qué hora es?

—No lo sé. Tal vez necesites un reloj.

—No lo decía por eso. Tiene que haber alguien a quien podamos llamar —dijo y Minho lo miró fijamente, como si una idea hubiera llegado a su mente y entonces Jisung entendió.

 Tiene que haber alguien a quien podamos llamar —dijo y Minho lo miró fijamente, como si una idea hubiera llegado a su mente y entonces Jisung entendió

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—Gracias por venir, Lia.

La beta sonrió con amabilidad, haciendo de sus ojos dos lindas media lunas que expresaban inocencia gracias a su corta edad.

—No hay problema, señor Minho. Vivo en la casa de al frente —explicó, tomando en brazos al bebé que no paraba de llorar —Ven, Seungmin.

Lia no perdió el tiempo y lo llevó directo a la cocina, donde encendió el extractor de aire y lo calmó dándole pequeñas palmadas en la espalda. Fue cuestión de minutos para que se quedara dormido gracias al ruido.

𝘄𝗲'𝗿𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝘀 › minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora