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— Tenemos que ir al supermercado

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— Tenemos que ir al supermercado.

Jisung sentenció luego de buscar algo que comer en el refrigerador, suspirando al no encontrar nada.

—¿Sí? —contestó Minho desde el sillón.

Últimamente su estado de ánimo era bajo y no tenía ganas de hacer nada. Iba al trabajo por obligación y cuando estaba en casa pasaba la mayor parte del tiempo echado, mirando la televisión o revisando su celular, algo extraño pues los días libres prefería hacer pasteles y jugar con Seungmin a no hacer nada productivo.

Eso alertaba a Jisung, quien era muy consciente del repentino comportamiento del mayor y aún asi no le preguntaba la razón de su distanciamiento porque no se consideraba bueno animando a las personas y preferia darle su espacio, cosa que Lee agradecía en silencio.

—Si. No hay comida y los pañales se están acabando. No quiero estar ahi cuando no quede ninguno.

—Está bien. Iremos ahora.

Jisung sonrió y posó brevemente una mano en el hombro del mayor antes de decirle que se cambiaría rápidamente.

De esta forma, cuando ambos estuvieron listos, ajustaron la silla para bebés en la parte trasera del auto de modo que Seungmin viajara sin ningún problema y salieron. Minho al volante, como siempre.

Fue un camino silencioso. Jisung de a ratos miraba de reojo a Minho buscando un indicio que le dijera qué le sucedía, alguna mueca o expresión, pero su rostro sólo reflejaba seriedad y atención en la calle. En todo el camino lo único que se escuchó fueron los sonidos que emitía Seungmin en un vago intento de decir sus primeras palabras, del resto, nada.

Ese silencio incómodo no le traía buen presentimiento al omega, lo hacia recordar aquellos días donde se odiaban y no se soportaban el uno al otro, provocándole un ligero temor de que eso estuviera sucediendo una vez más.

Al cabo de un rato, llegaron.

Jisung tomó un carrito y subió en el al cachorro, viendo como Minho se desviaba al área de frutas y verduras. Empezó a recorrer los pasillos e iba tomando lo que creia necesario para la casa. Era diferente a cuando hacia las compras solo pues ahora sus necesidades eran mayores al igual que las idas al supermercado.

De pronto, una señora que parecía mayor se acercó a él y al cachorro, poniéndolo incómodo por el interés hacia su bebé.

—Aww, qué bonito eres —dijo melosa. acariciando las mejillas de Seungmin  —¿A que no eres lindo? Mírate nada más, cosita preciosa.

Jisung no sabía qué decir y en ese instante deseó que Minho estuviera cerca. Él sabria qué hacer.

—¿Usted es su padre?

—No, yo... —mordió su labio inferior, para luego decir seguro —Si lo soy.

—Qué sorpresa, no se parece en nada a usted —comentó la mujer escudriñándolo de arriba a
abajo.

𝘄𝗲'𝗿𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝘀 › minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora