Una primera clase extraña

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Después de llegar a las puertas de la universidad, James y Leah se fueron a sus respectivos salones de clases.

Salón de Biología

-Profesora Martha: Buenos días Jóvenes, espero que este nuevo semestre vengan con nuevas energías. Les presentare a su nuevo compañero, viene de la universidad Panthéon-Assas, de parís... Joven preséntese ante la clase.

-James: Hola, Soy James Dubois mucho gusto.

-Oh!, Eres hijo del gran arquitecto John Dubois ¿no? Exclama Alicia, hija del mejor abogado de toda Alemania.

Si, señorita. Responde James yendo a su asiento.

-Profesora Martha: Bueno clase, vamos a empezar.

Salón de Clases de Ciencias Políticas

Llega Leah apresurada al salón con su respiración totalmente agitada por lo tarde que es.

-Buenos días clase, espero que estén bien, en este semestre nuevo tenemos nuevas expectativas en conjunto, espero podamos cumplirlas todas. –Decía el profesor Roberto cuando en ese momento fue interrumpido por Leah.

-Ouh, Perdón por interrumpir, -Dice Leah cabizbaja.

-Profesor Roberto: Debes ser la nueva alumna de admisión ¿No jovencita?

-Sí, soy yo señor –Exclama Leah con tono bajo

-Profesor Roberto: Bien, preséntese ante la clase.

-Leah: Hola, Mi nombre es Leah Billiard, mucho gusto.

-Bien señorita busque asiento vamos a empezar –Dice el maestro que ya lleva 10 minutos de retraso.

-Oye, que peculiar estilo de vestir tienes, ¿Acaso eres cristiana? –Dice Felipe en tono de burla.

-Si joven, lo soy – Contesta Leah.

-Oh vaya con razón, debes de vestir como las jóvenes de tu edad, no entiendo porque tantos harapos –Dice viéndola desde su asiento.

Leah totalmente incomoda con Felipe se apresura a levantarse silenciosamente para ir a tomar aire.

-Realmente este no es mi día. –Dice respirando profundo.

De repente James la ve en el pasillo de su salón.

-Oye, que haces aquí, ni siquiera ha pasado la primera clase y ya la saltas jaja –Lo dice en forma de broma.

-No, solo... -De repente hubo una pausa larga en las palabras de Leah.

-Tranquila solo bromeaba, ¿Quieres dar un paseo por el campus? –Dice James para animarla.

-Sí, vamos. –Contesta ella.

Y sentándose debajo de un gran árbol contemplan el hermoso paisaje.

-Y pensar que todo esto lo creo Dios solo con su voz –Dice James.

-Sin duda que sí, es hermoso. –Dice Leah encogiéndose de hombros.

-¿Qué pasa Leah?, ¿Todo está bien? –Dice el chico de ojos Marrones.

-Leah: Si, digo. Es solo que no entiendo porque algunas personas les gustan molestar a otros. Sé que Dios tiene el control. –Refiriéndose a Felipe.

-James: Oye, recuerda lo que dice el libro a los Gálatas su capítulo 1 verso 10

"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo."

No escuches la voz de alguien que no escucha la voz de Dios.

Esto hizo que Leah se animara y estuviera más tranquila.

-Gracias James, gloria a Dios por su palabra. –Dice Leah con un brillo en sus ojos y una sonrisa en su rostro.

-Amen... Leah, deberíamos irnos a nuestra clase, en nuestro primer día, los dos fuera del salón no es bueno. –Dijo James levantándose y dándole la mano a Leah para ayudarla a levantar.

-Leah: Es cierto, vamos. –Lo toma de la mano.

Ya en pie se van cada uno a su salón de clases.

-Hasta luego. –Dice Leah dándose la vuelta.



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