- Puedes porfavor dejar de lado tu odio y ver mas allá, verme a mi.
- No se quien esta mas jodido soldado, tu que traicionas a tu gente, o yo olvidandome a que vine. Lo siento, pero me quitaron algo importante, debo devolverles la moneda.
- Puedes...
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— ¡Victoria!
— Shhh.
Victoria le tapo la boca de inmediato con su mano, Edith se quejo pero obedeció cuando su hermana le suplico en susurros que permaneciera en silencio. De lejos se podian oir gritos y cosas cayendose, Un fuerte golpe contra la pared provoco un temblor y un gritito ahogado de ella. Victoria la miro de inmediato abrazandola.
— Tranquila. Tapate los oidos y cuenta hasta mil. ¿Si?
— Tengo miedo Vic. ¿Donde esta Anne?
— Ya vendra. Ahora sigueme. — Ambas se levantaron de la cama, Victoria se apresuro a quitar las tablas de madera de la pared dejando libre el pequeño hueco que con ayuda de Anne hicieron. —Metete.
Edith asintio metiendose en el pequeño y estrecho lugar, Victoria coloco denuevo las tablas tapando él agujero con su hermana menor dentro.
— Edith. Tapate los oídos ¿Si?
Edith lo hizo, tapo con fuerza sus oídos con ambas manos y comenzo a contar numero tras numero en su mente. Aun con sus pequeñas manos podia oir algo pero cada que escuchaba un golpe ella gritaba en su mente los numeros para no prestarles atención, fueron talvez diez minutos en los que estuvo escondida, no quito sus manos y no paro de contar hasta que movieron las tablas de madera. Abrio sus ojos viendo a Anne.
— ¿Te encuentras bien?
— Anne..
Acerco su pequeña mano al rostro de su hermana mayor, Anne tenia el labio partido y el pómulo tornandose violeta. Anne tomo su mano sonriéndole.
— Pareces una ratita ahí dentro. Ven aqui.— Ayudo a Edith a salir y miro la habitación — Victoria ya sal
Victoria abrio la puerta del armario viendo a sus hermanas. Anne suspiro sonriendole a ambas para que no se asustaran de verla lastimada.
— Estoy bien, no se preocupen.
— Sangras.
— No es nada.— Acaricio el cabello de la menor que la abrazaba con fuerzas. ella sonrio a Victoria negando para que no dijera nada frente a Edith — Lo hiciste muy bien Edith. Bien hecho.
Edith la miro y asintió.
Ella solto un suspiro sentandose en la hierba viendo el campo rodeado de arboles torcidos y sin hojas. Tal vez no era lo correcto, pero dentro de ella le hacía recordar cada minúsculo momento junto a sus hermanas, como castigandose a si misma castigandose se seguir viva y ellas no. Tal vez antes solo habria muerto como tenia planeado hacerlo, pero ahora, ahora algo le impedía aquello.
