- Puedes porfavor dejar de lado tu odio y ver mas allá, verme a mi.
- No se quien esta mas jodido soldado, tu que traicionas a tu gente, o yo olvidandome a que vine. Lo siento, pero me quitaron algo importante, debo devolverles la moneda.
- Puedes...
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Emily seguía inquieta, su pareja seguía sufriendo, había despertado hace un día y no dejaba que nadie se le acercase ni siquiera ella. Todo su dolor, su sufrimiento lo sentía ella a través de la conexión, y le dolía, le dolía sentir como el sufría en silencio. El Alfa miro el espejo su reflejo, se sentía exhausto, su cuerpo seguí delicado, y aun podía sentir el ardor dentro de el. No tenia fuerzas de siquiera estar de pie, le dolía cada órgano, cada parte de su cuerpo, era insoportable, infernal.
Estaba dispuesto a ir por esa vampira y matarla con sus propias manos por hacerle eso, pero no podía hacer mucho, menos en su estado. Escucho un ruido y miro hacia aun lado viendo el rostro de la Pelirroja, intento levantarse pero el dolor le hizo quejarse sin poder ir tras de ella.
—Eres fuerte. —Reconoció al ver al lobo aun con vida. Este gruño en su dirección haciéndola sonreír—Me apresure en actuar, lo lamento no suelo ser así pero ustedes estaban molestándome como no tienes idea, y me irrita que las cosas no vayan como yo quiero. Soy muy controladora
— Que me hiciste.
—Es mi don dentro de tu cuerpo, una llama que manejo—Se acerco a el y puso su mano en el pecho del contrario, su palma comenzó a arder sintiendo la carne caliente del moreno. Sam respiro hondo al sentirse relajado y sin dolor, sentía que podía salir y despedazar el bosque entero. La chica se alejo y le miro —Acabare con los Cullen
—No creas que porque me curaste te dejare en paz.
—No lo quería, solo te venia a advertir, como vea un solo lobo cerca olvídate de que sea igual que tu, tu eres fuerte pudiste soportar mi llama mas días de los que pensé, tal vez porque eres el Alfa, pero si otro lobo me provoca no seré compasiva como lo fui contigo, lo quemare por dentro en solo segundos
—No podrás contra los Cullen.
—¿El perro defiende a los vampiros?— Edith soltó una carcajada al oírlo. —Me sorprende. Se supone que no tenemos buena relación con los lobos. Pero mírate, el Alfa defendiendo a unos fríos.
— Te matare.
— Si, lo haras, definitivamente espero que lo hagas— Sam fruncio el ceño al notar como su expresión cambio, no habia arrogancia ni tensión, era una expresión de alivio —No lo volveré a repetir perro, no quiero a ninguno cerca. Y cuando termine, te estare esperando, no falles y ven por mi.
Tras decir eso la pelirroja desapareció dejando al lobo confundido.
Edith recorrió el bosque deteniéndose en una playa desolada, la luna aun estaba presente, tan grande y llena a la altura del mar rodeada de estrellas y las nubes grisáceas, estaba camino a buscar comida pero se detuvo en cuando vio el paisaje, era hermoso pero se sentía tan triste, tan sola.
