- Puedes porfavor dejar de lado tu odio y ver mas allá, verme a mi.
- No se quien esta mas jodido soldado, tu que traicionas a tu gente, o yo olvidandome a que vine. Lo siento, pero me quitaron algo importante, debo devolverles la moneda.
- Puedes...
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— Odio el olor a perro.
Murmuro viendo de reojo al mencionado lobo que solo gruño en su dirección, todos estaban dentro de la residencia Cullen, Edith por seguridad no dejaba de estar en alerta, aunque sentía que poco a poco se relajaba mas, Los Cullen no la miraban con rencor o desconfianza, a excepción de la rubia pero no le incomodaba.
—Entonces se alimentan de animales. —los Cullen asintieron a la pelirroja que demostró curiosidad sobre su alimentación — Nunca conocí vampiros como ustedes. No tantos
— Es difícil al principió, pero con el tiempo te acostumbras.
Explicó Carlisle y ella asintió, giro su rostro en cuanto sintió alguien acercarse viendo al soldado que solo le sonrió estando a un metro lejos de ella. Edith volvió a mirar a los demás respirando hondo.
—No me disculpare por tratar de asesinarlos. —Dijo a lo que el fortachón soltó una risa junto al pelinegro que solo le miraba fijamente como tratando de buscar algo en ella. —Pero estamos en paz.
Edith hizo el ademan de irse a lo que la mujer de cabello castaño oscuro le detuvo tomando su mano.
—Puedes quedarte. —Dijo Esme amable viéndole a los ojos con una sonrisa dulce. —Podemos enseñarte como vivimos, como nos alimentamos. Puedes vivir con nosotros.
Edith no pudo evitar pensar en el parecido entre la mujer y Hilda. Esme daba esa sensación cálida, como si sintieras un cariño extraño dentro de ti, como una madre, Edith siempre había pensado que su madre fue Hilda, no tenía recuerdos de su madre biológica y lo mas cercano a un amor maternal que tuvo fue de parte de la Vampira que convirtió a Anne, Hilda siempre fue mas dulce con ella, procuraba que estuviera siempre bien, ya sea porque Edith representaba el hijo que siempre quiso tener o porque le nacía ser esa madre para ella y lo fue.
Ella solo miro los ojos dorados de la mujer, fuera en otra circunstancia hubiera reaccionado mal a que alguien le tocase, incluso hubiera sido cruel o borde, pero estaba tan mal emocionalmente que ver ese cariño desconocido de la mujer le hizo débil.
—Son tan extraños. Acabo de casi matarlos y me dan la bienvenida a su hogar.
— Bueno somos buenos perdonando, ademas Bella nos ha puesto en peligro muchas veces ya nos acostumbramos.
Ella miro al pelinegro que choco manos con el fortachón ambos riéndose de la mueca incomoda de la humana.
Aquello comenzó de apoco, Esme que se había presentado oficialmente ante la pelirroja fue la ganadora en hacerle aceptar quedarse unos días con ellos aunque ella aseguraba que debía partir. La pelirroja no tenia interés en relacionarse con los Cullen su plan era aclarar las cosas y luego irse pero ver a los Cullen como familia y el soldado solo mirandole le provocaba un revoltijo en su estomago.
