U N O

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Marinette.

Siempre quise saber que se siente tener a una persona que te amé con la misma fuerza que tú lo amas, que se preocupe por ti y siempre estés en su cabeza, siempre he querido saber que siente ser tan importante para alguien la cual también lo es para ti. He leído tantos libros románticos que me hicieron creer que el amor es igual de hermoso como lo cuentan y me han creado unas altas expectativas en el amor que no me conformo con mucho, porque si algo he aprendido de mis libros es que debo aceptar lo que valgo y hasta más.

Desafortunadamente eso solo es ficción y los personajes de los que me he enamorado no existen y solo son personalidades que viven en mi corazón, la cruda realidad te abofeteada y te recuerda que las cosas no son así de fáciles y que no siempre el chico se enamorara de ti primero o que siempre va a escogerte a ti como si tu fueras el personaje principal cuando solo eres esa amiga nerd y friki de la historia que lastimosamente no es el cliché del que se enamoran y terminan casándose, sino que se enamora de tu mejor amiga.

Algo así había experimentado hace unas semanas cuando me entere que el chico del que estoy enamorada le gusta mi mejor amiga Lila, ella claramente le dijo que no tiene algún interés en él y lo batió aunque es todo lo contrario, a Lila también le gusta pero a pesar de eso le dijo que no por mí, aunque me siento un poco mal por ella también me siento feliz de que a pesar de todo nuestra amistad esta primero, la cual tanto como yo, Lila y Alya respetamos.

Más que mis compañeras de cuartos, son mis mejores amigas las cual he compartido tres años de mi vida, al principio no estaba tan feliz de compartir un cuarto con ellas, el primer día que las vi y vine a París para estudiar bachillerato, donde la escuela recibe a estudiantes de cualquier país.

Al conocerlas después, me di cuenta que las juzgue mal y termine amándolas aunque la mayor parte del tiempo se las pasen molestándome.

La voz de Nadia dando las últimas noticias me había despertado de mi hermoso sueño con mi personaje favorito del comic que estoy viendo estaba deliciosamente besándome los muslos hasta llegar a mi clítoris mientras me retorcía como gusano y disfrutaba de su lengua masajear mi parte, abrumada tome mi almohada y la abrase con fuerzas pensando en mi personaje.

Me levante de la cama y sentí algo húmedo, mire hacia abajo y note que mis bragas estaban mojadas, otra vez, maldije por lo bajito, tome una toalla y fui a darme una ducha antes de que Alya y Lila lleguen y me vean así solo para burlarse una vez mas de mí y mis sueños húmedos.

Minutos más tarde ambas llegaron con grandes bolsas rosadas y una que otra con el logo de una marca famosa y lujosa, pero lo que más me llamo la atención fue la caja café que tenía Lila en sus manos.

― ¡Llego la pizza! ―anuncio Lila con una sonrisa mirándome y jugando la caja en el aire.

―Date prisa que me muero de hambre ―exclamo Alya dejando las bolsas en uno de los sofás tomando las almohadas y colocándolos en el piso.

― ¿Por qué eres tan lenta Lila? ―dije al ver como tardaba en destapar la caja y sentándome sobre una almohada.

Cuando lo logró, mis amigas se sentaron y cada una tomo una rebanada de pizza, Lila tomo el control de la televisión y subió el volumen para escuchar con atención a Nadia hablar una vez más del famosísimo gato salvador de Paris, Chat Noir.

―No sé porque es tan importante aclarar que es un dios salvador, eso a nadie le importa ―resople al escuchar por milésima vez que ese gato era deseado por muchas chicas, no me molestaba en lo absoluto sino que siempre dijeran lo mismo cada vez que hablan de él.

―Marinette, Chat Noir es realmente hermoso ―dijo Alya con un pedazo de pizza en la boca.

―Parece un ángel caído del cielo ¿no crees? ―pregunto Lila mirándome juguetona.

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