N U E V E

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Marinette.

―... recuerden no separarse del grupo, si se pierden, en la parte de atrás del gafete tiene los nombres y números del personal del museo, recuerden que esto solo es para una emergencia ―anuncio la miss Bustier al frente del autobús en donde vamos todo el grupo.

Hoy la escuela había organizado un recorrido por el museo Louvre para una tarea de la materia que ni siquiera recuerdo. El anuncio que había dado eran para nosotros los que somos de intercambio, pero a decir verdad, si me perdía tenía a Alya o a Lila quien me guiara y estaba segura de que ellas no iban a abandonarme, quizás Lila sí, pero Alya no.

Llegamos minutos después pero luego de casi diez minutos de hacer nuestra revisión de mochila, registrador y de más, entramos al museo donde habían diversas obras de arte. Una mujer joven y demasiada hermosa nos guío a cada una de estas obras y nos dijo la historia y el origen de cada una mientras que íbamos tomando nota, más bien solo yo, ya que Alya se había ido con Nino y Lila con un chico que conoció hace unos minutos.

―Y he aquí a nuestra estrella del día, la Mona Lisa ―dijo nuestra guía señalando el cuadro dentro de una vitrina― sabían que en el dos mil cinco se colocó dentro de esta vitrina debido a dos razones...

Como nos iba diciendo iba escribiendo en mi cuaderno, no era importante todo pero quise escribirlo porque siempre hay un profesor que te pide toda la información, lo digo por experiencia propia. La señorita seguía hablando mientras que la escuchaba, mire a mi derecha y me di cuenta que era la única en anotar, ya que Lila estaba con el teléfono y Alya muy encara melada con Nino. Rodee los ojos y seguí escuchando.

Pasaron algunos minutos cuando nuestra guía se encontró con otra guía, una señorita muy bonita y rubia, ambas comenzaron a balbucear, detrás de la rubia había un grupo de chicos como de nuestra edad y con uniformes altamente elegantes que más bien parecían trajes de gala. Después de aquella charla entre las señorita, nuestra guía comenzó a explicar que los alumnos de otra escuela iban acompañarlos el resto del recorrido ya que su maestra tenía un asunto familiar que resolver.

Nadie de nosotros protesto ya que las chicas del grupo eran muy bonitas y los chicos altamente sexys. La maestra no movía un solo musculo, solo miraba el reloj en su muñeca y alrededor del museo. Nadie sabía lo que esperaba para continuar el paseo, así que una de mis compañeras de grupo pregunto:

― ¿Por qué no continua el recorrido? ¿Qué estamos haciendo aquí parados?

―Esperando ―dijo un chico de la otra escuela mirando a mi compañera.

― ¿Esperar a quién?

―A ellos ―respondió una chica señalando al frente donde venían tres chicos con el uniforme de su escuela. ¿Ya mencione que parecían trajes de gala y no uniformes?

Pues se trataba de pantalones negros y un saco gris con una playera blanca debajo, con una corbata roja con rayas blancas. Uno de los chicos tenía el cabello pintado, el otro tenía el cabello rizado y el último era un sexy rubio de ojos verdes quien tenía las manos en los bolsillo de sus pantalones, detrás de sus brazos tenía la tela del saco cayendo como una cascada.

El venia caminando en medio de los otros chicos, él era el único que resaltaba por sus hermosos ojos y su cabellera rubia, parecía un puto modelo que está en una pasarela por la forma en que camina. Cuando sus ojos atrapan los míos, una sonrisa se forma en su rostro iluminando su extrema belleza.

―Hasta que por fin, comenzaba hacerme vieja ―escuche la voz de la guía― ¿Por qué tardaron tanto?

―Lo sentimos mucho, tuvimos un inconveniente en el camino ―anunció el chico de los rizos. La maestra no dijo nada y retomo de nuevo su trabajo. Ella señalando cada una de las obras de arte y nosotras íbamos siguiéndolas.

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