O C H O

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Marinette.

― ¡Es un siete! ―grito Lila dando brinquitos mientras sostenía una hoja en su mano― ¡Saque un siete!

Volvió a gritar en medio del pasillo de los casilleros mientras se dirigía a nosotras, tenía el papel pagado a su pecho y tenía dibujado una enorme sonrisa en su rostro.

―Es un siete ¿puedes creerlo? ―le dijo a Alya mostrándole la hoja que era su examen donde tenía un siete dibujado de rojo en medio ―es la calificación más alta que he tenido en toda mi vida.

―Felicidades perra ―le palmeo la espalda a Lila quien seguía sin poder creer aquel numero pintado en su examen, Lila seguía dando brinquitos mientras se tomaba fotos con su hoja.

Aún con esa nota ella no podía llegar para hacer su examen de admisión pero a Lila no le preocupaba ya que no tenía intenciones de seguir estudiando ya que sus sueños era casarse con un hombre millonario que la tratara como una reina y le diera lo que ella quisiera.

Alya volteo a verme acomodándose sus lentes.

― ¿Tu cuanto sacaste?

―Aún no me han dado los resultados ―respondí un poco preocupaba, era la única que no tenía mi examen de los puntos que necesito para la universidad, me preocupaba que fuera tan bajo que por eso aún no me daban los resultados.

―Tranquila, seguro que lo hará pronto ―le sonreí forzadamente, la verdad es que no sentía esas ganas de estarlo ya que aún seguía preocupada, Alya miro por encima de mi hombro y después a mí― más bien, ahí viene la respuesta sobre tu futuro.

Mire por encima de mi hombro y vi a nuestra jefa de grupo hacía nosotras con un papel en la mano, cuando estuvo cerca me miro y me ofreció el papel, mi vista era un poco borrosa y todo me daba vuelta, de pronto sentí un molestar en el estómago y sentía mis piernas como dos espaguetis.

Dela nada me comencé a sentir mal. Parpadee algunas veces y suspire hondo.

―Marinette, ¿estás bien? ―escuche a Alya muy lejos pero ella estaba a tan solo dos pasos de mí― ¿Marinette?

Cuando iba a responder todo se desconectó, vi una pantalla negra y una sensación de hormigueo en mi cabeza... entonces me quede profundamente dormida...

Escuchaba la voz de Alya decirme algo que claramente no escuchaba bien, sentí un pequeño piquete en mi brazo derecho que me comenzó a arder, el dolor de cabeza aún no se quitaba. Cerré los ojos con fuerza para después abrirlos lentamente, la luz de la habitación era tan fuerte que tuve que cerrar los ojos de nuevo para adaptarme a él.

Lo primero que vi fue a Alya a mi lado y a Lila mordiéndose las uñas postizas, mire a mi alrededor y todo estaba pintado de blanco y olía a alcohol con limpiador de piso.

― ¿En... en don...?

―Estas en la enfermería ―dijo Alya al leerme la mente, se sentó a mi lado y ayudo a sentarme sobre la camilla donde estaba― te desmayaste, mujer.

― ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

―Una hora.

― ¡¿Una hora?!

―Sí, te desmayaste y luego reaccionaste pero la enfermera dijo que te dejáramos descansar ya que lo necesitabas.

―No sabes él gran susto que nos diste, Mar ―agrego Lila sentándose en el pequeño sofá de la habitación― pensamos que era por ver tu calificación lo que causo que te desmayaras.

―Lila comenzaba a llamarte dramática ―ambas sonrieron.

―Mi examen ―susurre tomando la mano de Alya― ¿Qué paso? ¿Cuál fue mi puntuación?

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