C U A T R O

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Chat Noir.

― ¿Cómo es posible que la hayas perdido? ―bramó la chica muy molesta y roja del coraje― ¿te importa más tu estúpida vagina caliente que su vida?

―Noes mi culpa, recuerda que estaba con Félix y después ambos desaparecieron ―exclamola otra chica tratando de calmar a su amiga― quizás y ambos fueron a otrositio.

La castaña trataba de defenderse pero su amiga no la dejaba de regañar, más que eso, gritar. Ambas subieron corriendo las escaleras sin importar que tuvieran tacones y llegaron a su habitación que con esfuerzo y trabajo abrieron la puerta. El semblante de ambas castañas cambio, sus rostros se iluminaron cuando encontraron a la azabache en la cama profundamente dormida.

La luz ilumino la habitación, por la ventana podía ver que ambas habían respirado con alivio, la del flequillo señalo a la ondulana en forma de amenaza mientras que ella señalaba a su amiga dormir. No pude escuchar más lo que decían, pues estar sentado en una rama de un árbol a metros de la residencia no era un buen lugar para escucharlas pero si para asegurarme de que Marinette ya no estaba sola.

Después de haberla encontrado con ese pedazo de imbécil, me preocupe de que alguien más le hiciera daño, no quería dejarla sola y tampoco quería esperar adentro de la habitación, sabiendo que yo mismo podía lastimarla, decidí salir y esperar a alguien llegar sentado en la rama de un árbol. Admito que no esperaba encontrarla y tampoco la buscaba.

Con ese vestido pegado y tallado que tenía puesto fue difícil adivinar que era ella, con esa capa de maquillaje y nuevo peinado no pude reconocerla. Marinette una vez más me hechizo con su belleza, no sabía que una chica tan hermosa podía verse aún más hermosa. El vestido negro que tenía puesto, con la espalda descubierta y tan tallado que remarcaba sus hermosas curvas y delicadas piernas fueron la razón de que una vez me la hiciera parar.

Cerrar los ojos era un tormento, estaba ella, sus ojos azules, era un tormento tenerla a ella en mis pensamientos.

¿Por qué?

¡Porque quiero olvidarme de ella! ¡Porque quiero olvidarme de esa idea de que me he enamorado! ¡Porque no quiero ir al infierno una vez más por culpa de una chica! ¡Porque quiero seguir las reglas!

¡PORQUE QUIERO REPARAR EL PASADO!

―Le he dicho mil veces a Manon que no se suba al árbol pero nunca hace caso ―Nadia trataba de llamar a su hija para que bajara pero la morena la ignoraba, seguía viendo embobada a la mariposa blanca quien estaba a metros de ella― ¡Manon Chamack, b...

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―Le he dicho mil veces a Manon que no se suba al árbol pero nunca hace caso ―Nadia trataba de llamar a su hija para que bajara pero la morena la ignoraba, seguía viendo embobada a la mariposa blanca quien estaba a metros de ella― ¡Manon Chamack, baja ahora mismo o te castigare!

La pequeña solo le saco la lengua a su madre y siguió observando a la mariposa, di un suspiro largo y me puse en acción, trepe hasta el árbol y tome Manon quien esta manoteaba para que la soltara, estire mi bastón y toco el piso, baje por este deslizándome y entregue a la niña con su madre quien de inmediato comenzó a regañarle.

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