[2] Día 3: Camino a Washington

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Pensaba que pasaríamos una noche más en el hotel antes de dirigirnos a Washington, pero los insistentes golpes del gorila... quiero decir, de Wonho, hicieron que me levantase de la cama para recoger todo y salir hacia el bus en el que viajaríamos durante gran parte de la gira.

— Vamos, Lisa. Tenemos que salir en 10 minutos. Ya que has vuelto antes sin avisar, al menos deberías estar lista.

¿Este hombre no se va a callar nunca? Por favor, que alguien le ponga un bozal.

— Estoy en el baño, tengo todo recogido. Ya voy —mentí.

Menos mal que ni siquiera deshice la maleta, al menos me sirvió de algo ser una vaga esta vez. Me levanté de la cama, guardé lo poco que había usado en mi maleta y salí de la habitación. Pensaba que Wonho estaría fuera esperándome para llevar mi pesada maleta, pero no había nadie en el pasillo. ¿No me van a esperar nunca o qué? Aunque, sinceramente, prefiero que no me espere nadie si eso implica tener que pasar tiempo con Jennie. No me apetecía para nada verla esta noche y tendremos que estar en el mismo autobús, genial.

Llegué a la recepción y allí estaban. BamBam hablaba con Wonho, parecían muy entretenidos. Os digo que acaban juntos, ya veréis. Jackson y Jennie estaban en silencio. Espero que el batería también esté enfadado por la actitud de la cantante y deje ya las absurdas ilusiones que tienen con esta gira.

— Ya está aquí la estrella. — pronuncié al acercarme a ellos y todos se rieron.

Que duro es ser menos famosa que el guardaespaldas de Jennie Kim, nadie me toma en serio. Hablando de Jennie, la cantante no tardó en acercarse a mí como si nada hubiese pasado. Tendré que ponerme un cartel de neón en la frente que diga "No quiero hablar, Jennie, no puedes modificar mi actitud emo''.

— Lis, te estuve buscando cuando salí del escenario. ¿No te gustó mi concierto?

— Lisa. Y no.

— A mi el vuestro sí, Lisa. — Respondió felizmente.

— ¡Felicidades! Puedes comprar merchandising por internet.

Negué con la cabeza y aceleré el paso. ¿Cómo podía responderme tan animada si soy borde? Espero no ser un bicho raro como ella si algún día llego a ser famosa. Llegué al autobús y los demás llegaron poco después. Wonho se encargó de guardar las maletas y yo ya me había puesto los auriculares para disfrutar durante el aburrido viaje, pero la conversación que estaban manteniendo los chicos y pude escuchar de fondo hicieron que me los quitase.

— ¿Qué? Ni de coña.

Una cosa era aguantar a Jennie durante varios minutos por los pasillos o el camerino, otra era tener que dormir a su lado. Lo primero incluso podría resultar divertido. Karma, ¿qué te he hecho?

— Lisa, ni que fueses a dormir en su propia cama. Están separadas. — Intentó convencerme BamBam.

— Si fuese en la misma cama ahora mismo estaría volando a Stanford. Además, quiero dormir contigo.

Me daba igual dormir junto a mi hermano o no, solo era una excusa para ahorrarme explicar por qué no quería dormir junto a Jennie. Esta vez la cantante parecía disgustada. Vaya, quizás la he ofendido.

— Está bien. Lo echamos a suertes. — Propuso Jackson.

— Si gano yo, duermes enfrente de mi. Me sería incómodo dormir frente a BamBam.

La voz de Jennie se hizo eco en la conversación.

A mi me sonaba a reto, y lo iba a aceptar, total, no tenía nada que perder.

— Wonho, coge dos palos. El palo más corto pierde —añadió la cantante. Yo me limité a asentir.

Jennie Kim tiene más fama, más dinero y más suerte que yo, porque tendría que dormir frente a ella durante toda la gira. ¿De verdad me ha condicionado a esto el tamaño de un palo? Admití mi derrota y entré en el autobús, no tenía ganas de discutir para nada.

INSTANT CRUSH | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora