La mañana después de una noche de fiesta siempre es confusa, te trae dolor de cabeza, náuseas y todo lo que quieres es continuar durmiendo hasta medio día y cuando Taeyong despertó esa mañana no fue la excepción. Se removió, soltando ruiditos de queja cuando la luz que se colaba desde la ventana chocó contra su cara y sintió su cabeza estallar apenas abrió un poco los ojos, dejando que la luz quemara sus pupilas, además su garganta estaba tan seca y su cuerpo pesaba y dolía, cosa que ignoró completamente.
Se giró lentamente en la cama dispuesto a seguir durmiendo un poco más aprovechando que era fin de semana y no tenía que ir a la escuela, pero lo que no tenía en mente era toparse con el pecho desnudo de un hombre, y no de cualquier hombre, sino de Lee Jeno; capitán del equipo de baloncesto de su escuela y que pese a su personalidad egocéntrica y su rostro serio era considerado para muchos como uno de los más atractivos de todo el instituto. Lee descansaba plácidamente como si nada pasara y sin siquiera darle tiempo de procesar el hecho de haber pasado la noche con Lee, el brazo de alguien más calló sobre su cintura y la respiración lenta pero constante de aquel extraño contra su nuca logró erizarle la piel, volteó un poco la cabeza para mirar por sobre su hombro de quién se trataba y se llevó una sorpresa al descubrir que no era nada menos que aquel hombretón de nombre Johnny Suh, que además de ser jodidamente caliente también es uno de los mejores bailarines que jamás conoció.
Se incorporó de golpe y cubrió su boca evitando gritar de pánico cuando notó que no sólo eran dos cuerpos, sino tres. A la orilla de la cama, un muy tranquilo Jung Jaehyun; capitán del equipo de fútbol americano y primero en cuanto a notas en toda la escuela, descansaba también.
-Mierda ¿qué hice...? -susurró por lo bajo, intentando mantener la calma, aunque por dentro se estaba volviendo loco. -Espera... tal vez nada pasó... - Con sigilo retiró las mantas relevando lo que más le aterraba en ese momento. Todos estaban desnudos.
Desnudos.
-Mierda, no, no... -se frotó la cara con frustración -sabía que no debía beber. -Realmente era un idiota al no haber escuchado a Haechan cuando le dijo que podía meterse en problemas si iba a esa fiesta, pero cómo iba a saber que iba terminar en esta clase de situación, y lo peor de todo es que no recuerda cómo llegó ahí. Como pudo se levantó de la cama siendo lo más sigiloso y silencioso posible, lo último que quería era despertar a los alfas y enfrentarlos, comenzó a coger su ropa y vestirse ignorando la pulsada de dolor en la espalda baja y el ardor entre sus nalgas. Con eso lidiaría más tarde. Estaba por ponerse la camiseta cuando levantó la cabeza mirando en el enorme espejo su estado. Su cabello estaba más revuelto de lo usual, tal vez era hora de pasarle unas tijeras por lo largo que estaba ahora.
Además, tenía varias manchas rojas repartidas por todo el cuerpo, pero lo más preocupante y lo que puso al omega en total pánico fue lo que había en su hombro derecho, entre aquel hematoma de tono rojo-púrpura había marcas de dientes, ¿¡Lo habían mordido!? ¿¡Los tres!?
Taeyong inmediatamente negó incrédulo, ¿siquiera era eso posible? No, no podía ser posible...
-Imposible, esto debe ser un mal chiste. -Toco con suavidad el área donde las marcas de reclamo se sitúan soltando un quejido de dolor al instante. -¿¡Qué!? -La voz de Johnny lo hizo mirar en su dirección notando como los tres chicos lo miraban con los ojos muy abiertos y la preocupación reflejada en sus pupilas. -Nada... no es nada. -Retomó la tarea de vestirse y salir casi huyendo del cuarto. Definitivamente, debió escuchar a Haechan.
-¡¿Fuiste reclamado!? -gritó Ten, llamando la atención de todos los que estaban cerca y por ende ganando un buen golpe de Haechan. Aunque por suerte a esa hora aún no había mucha gente en la cafetería sabía que de todos modos el que Lee Taeyong, el omega que nadie quería, había sido reclamado se esparciría por toda la escuela rápidamente.
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omega de tres.
Hayran KurguHaechan se lo advirtió pero Taeyong era muy estupido y desinteresado como para pensar que terminaría en esta situación. Adaptación, todos los créditos a NatKawao. Prohibido adaptar esta historia de ninguna forma sin el permiso de la autora original...