Luke.
Miraba de lejos al chico peliteñido, hoy estrenaba un nuevo color, era un color blanquisco, un poco platinado, no sé cómo explicarlo, pero parecía que después de teñirse cabello de un verde claro, se le había desteñido, pero igual el color le quedaba hermoso, hacía resaltar sus hermosos ojos verdosos y sus labios rojos.
Aunque pensándolo bien, cualquier color que Michael se pusiera, le quedaría bien. Solté un suspiro y me acerqué hasta donde él se encontraba sentado.
—hola Mikey —saludé y me senté a su lado—.
—sólo mis amigos me llaman Mikey
—somos amigos, ¿no?
—tus amigos son mis amigos, tú no lo eres
Bajé la mirada.
—oh...
Todos los días era lo mismo, el siempre llegaba, se sentaba en la mesa, yo llegaba después, lo saludaba y él siempre me rechazaba.
Lo sé, ya debería de rendirme o acostumbrarme a sus malos tratos hacia mi, pero no me rindo por la simple razón de que llevo dos años enamorado de él y Michael lleva dos años rechazándome.
—oye idiota, te estoy hablando —golpeó levemente mi hombro, vaya, al menos me había tocado—.
—¿me hablas a mí?
—pues obvio, ¿en dónde están Calum y Ashton?
—creo que están en el salón
—okay, gracias
Se puso de pie, colgó su mochila en sus hombros y comenzó a caminar dejándome solo.
Un suspiro cansado salió de mi boca, me puse de pie y traté de seguir a Michael.
—¿por qué me sigues?
—porque sé que vas al salón
—¿no te cansas de qué todos los días te rechace?
—sólo quiero ser tu amigo
—mmmh... Pensaré en darte una oportunidad
—¿de verdad? —lo miré sonriendo ampliamente, el solo rió.
—claro que no, eres un tonto
Ahora se reía burlonamente de mi, yo mordí mi labio inferior y baje la cabeza, una lágrima rodó por mi mejilla.
—¿ahora vas a llorar? —Sequé mi lágrima y negué con la cabeza, acomodé mi mochila en un solo hombro y comencé a caminar en dirección contraria, alejándome de michael–.
Caminaba hasta que me topé con Calum. Pensé que estaría en el salón.
—¡Luke! —me miró y frunció el ceño— ¿qué te pasa?
—ya sabes... Lo de siempre
—¿ahora qué te hizo?
—no importa, ¿si? —impié mis lágrimas.
—¿estás bien? —asentí levemente—. ¿quieres ir a clase?
—sí
Caminamos en silencio hasta llegar al salón y entramos.
—siete con cinco, Hemmings y Hood El profesor nos regañó, lanzandonos una severa mirada.
El profesor Cox odiaba que llegáramos tarde a clase.—lo sentimos profesor, no vuelve a pasar
Me disculpé y lo miré mordiéndome el labio. Solía hacer eso cuando estaba nervioso.
—haré como que no pasó nada, pero no los quiero hablando en mi clase, Hood, harás equipo con Irwin, Hemmings, vas con Clifford —sonreí a mis adentros.
—¡¿Qué?! —Michael habló casi gritando, haciendo que la atención del profesor se centrara en él.
—¿tiene algún problema, Joven Clifford?
—¿puedo cambiar a mi pareja?
-no, los equipos ya los hice yo, por lo tanto no quiero que los modifiquen, ahora los quiero a todos sentados.
Escuché a Michael bufar, caminé hasta donde se encontraba y me senté a su lado.
—el proyecto que harán es muy típico para la edad que tienen, esto les demostrara si de verdad son capaces de ser responsables y de...
—¿puede ir al grano? —Ashton habló y se escucharon algunas risas en el fondo.
—ya que su compañero está muy emocionado... —Ash puso los ojos en blanco— les diré... ¡van a cuidar de un bebé virtual!
El profesor parecía emocionado, pero nosotros éramos todo lo contrarió, así que se me ocurrió una idea para molestar por primera vez a Michael.
—¡hey Michael, vamos a ser padres!
Hubieran querido mirar la cara que Michael puso, de seguro después de esto él iba a matarme.