—¡no quiero que vayas al baño cuando este solo! ¡no quiero verte cerca de él! ¡no vuelvas hablarle!
—Michael... -hablé en tono suave.
—si lo miro cerca de ti le va a ir mal
—tranquilo... —puse mis manos sobre sus hombros y él me miró—.
—¡no estoy tranquilo! ¡no pidas que me tranquilice!
—¿por qué estás tan alterado?
—porque me importas.. —lo miré con una sonrisa en mi rostro—.
—pero no te confundas, me importas como me podría importar cualquier otra persona, me importas como me importaría algún vago, así que no pienses que solo por esto vamos a ser amigos...
Y esto es como cuando vas subiendo demasiado alto y de repente caes en picada.
Dolió.
—oh... Ya entiendo —bajé la mirada y me rasqué el cuello—.
—¿te pasa algo?
—para nada -me puse de pie y me acomodé la mochila— gracias por salvarme de Brad, adiós..
Lo miré por última vez, él me miraba confundido y como no articuló al menos una letra, decidí que era momento de irme, así que eso hice.
Me alejé de Michael y caminé hasta llegar al pasillo principal de la escuela, fue entonces que me acordé de nuestro proyecto de la clase de ciencias, ahora llamado Daniel, obviamente el nombre lo escogió Michael y por más que quisiera cambiarle el nombre él no accedería, es un chico demasiado terco y muy firme a sus pensamientos —según él— aunque de igual manera no sabría cuál nombre ponerle.
No sé se si esta situación me de tristeza o risa, ya que Michael siempre me hace saber lo poco que le agrado —nada— y el porcentaje de lo mucho que lo importo, que es menos cero. Por lo que no podría estar en la friendzone ya que no me considera su amigo y está claro que yo tampoco podría considerarlo uno, es decir, tus amigos suelen tratate de mala manera o te molestan pero sabes que es parte de la amistad, no lo hacen con el afán de hacerte sentir mal, cosa que Michael si hace conmigo cada vez que se le da la gana.
—Lukey...
—Tiff..
Y vean aquí a Tiffany, pelirroja, ojos cafés y muy grandes, estatura de modelo, quizá si fuera mujer me gustaría ser ella, es demasiado linda, lo acepto, pero las chicas no son mi tipo, en realidad nadie es mi tipo salvo a Michael.
—¿ya tienes mi respuesta? —tomó unos de sus mechones y lo comenzó a rizar, dios... Eso aquí y en china se le conoce como coqueteo—.
—emm.. Verás... Yo...
—¿no quieres salir conmigo?
—en verdad vas a rechazar a una chica? Porque si es así yo quiero —comentó Michael quien venía junto con Calum y Ashton. Miré a Michael y después a Tiffany—.
—claro que quiero salir contigo —le respondí junto con una sonrisa en el rostro. De alguna manera quería hacerle creer a Michael que no me interesaba aunque en el fondo era mentira y de igual manera a él no le importaba en lo absoluto—.
—¿puedes mañana a las 7?
—s.. Seguro
—entonces te veo mañana —besó mi mejilla muy cerca de mis labios y se fue a paso rápido—.
—no lo puedo creer —dijo Ashton mirándome boquiabierto—.
—creanme que ni yo... —le lancé una mirada cómplice a Calum y el inmediatamente supo a lo que me refería—.
—Luke, si no querías salir con ella podías decir que no —comentó el pelinegro—.
—¿le dirías qué no a una chica linda? Yo creo que debes de tener una enfermedad
Y ahí estaba Michael, haciéndome sentir mal como siempre.
Calum puso su mano en mi hombro, él sabe muy bien lo mucho que me gusta Michael y lo mal que me hacen sentir sus comentarios.
—Michael, no seas tan pesado con Luke, lo lastimas
—que él sea un maricón y no aguante nada no es mi problema —me miró con desprecio y ahí fue donde no aguanté más y se me escaparon algunas lágrimas—.
—yo... me voy..
—Luke, espera
Calum trató de detenerme tomando mi brazo pero yo safé de su agarre y caminé tan rápido como pude, odiaba que me miraran llorar pero eso era lo único que últimamente hacía.
(...)
Llegué a casa, ya con la cara limpia y me senté en el sofá. Dejé escapar un suspiro que más bien parecía que había bufado.
—cariño, llegaste —mi madre se sentó a mi par y besó mi mejilla maternalmente.
—si, mamá..
—te noto desanimado, ¿te pasa algo?
—alguien, diría yo
—¿es un chico?
Mi madre sabía sobre mi homosexualidad, desde que se lo confesé siempre me ha apoyado, ella me quiere tal y como soy.
—hay un chico, siempre he querido ser al menos su amigo pero por más que trato el siempre me rechaza..
—ow mi bebé, pero si tu eres un niño maravilloso, él no sabe la suerte que tendría de tenerte como su amigo o su pareja
—¿niño? —la miré alzando una ceja y después reí, las palabras de mi madre siempre me levantaban el ánimo—.
—siempre seras mi niño pequeño y además aún tienes 17
—casi 18 —reí y besé su mejilla— eres la mejor madre del mundo
—y soy la única que tienes y vas a tener, así que cuidame —ella bromeó y yo reí—.
—voy a cuidarte mucho, mami.. —la abracé y ella no tardó en corresponder mi abrazo.
(...)
Me estaba quedando dormido cuando mi celular comenzó a sonar, era un número desconocido, dudé en contestar pero finalmente lo hice.
—Luke, necesito verte ahora mismo.. —sentí viajar una helada corriente dentro de mi al escuchar su inconfundible voz—
—M.. Mi... Michael...