Inalcanzable

Capítulo 10.

La fiesta.

Ya va. ¿Por qué le dije eso?

Es que lo estaba. Lo sigue siendo.

Sí, pero... ¿Qué me pasaba por la mente ahí? Que idiota era a los diecisiete.

—¿Qué? —Parpadeó repetidas veces —¿Qué soy qué?

Volvió a preguntar.
Yo sólo sonreí y seguí caminando. La dejé ahí por unos cortos 2 minutos, porque luego empezó a caminar rápido para seguirme.

•••

Sábado...

Sí, era el sábado de la fiesta.

La noche anterior después de llegar de la cancha -ya que habíamos estado jugando un partido con los muchachos, pero sólo para distraernos- me quedé en casa de Alejo y terminé durmiendo ahí.
Me desperté porque mi celular vibró a mi lado, con un mensaje, que claramente no esperaba.

📲-Elgabo:

-hoy toca rumbita papi

Reí al leer el mensaje. Apagué la pantalla y terminé levantándome de la colchoneta. Sentía frío, ya que dormí sólo con bermudas.

Después de estirarme, miré como aún Alejo dormía, con la boca abierta y babeando la almohada, que desgracia...

Abrí la puerta y la cerré detrás de mí. Terminé de colocarme una franelilla blanca.
Empecé a caminar por el pasillo mientras bostezaba y sacudí mi cabello.

Al llegar a la cocina, noté a la prima de Alejandro, tomando jugo.

—Buenos días —Volví a bostezar y me estiré. Terminé sentado en una silla cerca del mesón y la miré.

—Good day — 'Buen día' Me miró de mala gana.

—Ay, Cuidao' y se te cae un ojo, por andar viéndome así, tan feo.

—Cuidado y se te caen los dientes, por no cepillarte —Colocó un vaso frente a mí bruscamente y del impacto sobresaltó el líquido cayendo un poco en mi rostro y camisa.

—Uy —Escuché detrás de mí, la voz de Alejo. Este entró riéndose —, Hoy como que amaneció peor contigo.

Andri se fue de ahí y el otro se sentó a mi lado.

Miré mi mano y soplé un poco en ella para ver si de verdad tenía mal aliento.

Lo siento, es que de verdad tenía dudas.

—¿Qué mierda habla tu prima? —Exclamé cerca de él.

Y de inmediato se tapó la nariz.

—Mierda tienes tú en la boca. Cepíllate, cabrón.

—Carajo —me levanté y fui al baño.

¿Quién se creía ella para decirme que tenía mal aliento? Si lo que tenía era una sonrisa envidiable, la cual muchos desearían tener.

Aún. No hay dudas de eso:)

La visita a la odontóloga no era en vano.

Después de darme un baño, me dirigí por el pasillo hacia la cocina, ya que escuché la voz de Andri... Estaba hablando con alguien por llamada.

No sabía exactamente de quién se trataba hasta que me acerqué sin que lo notara. La miré de espaldas, sentada en el mueble, hablando con alguien por una Videollamada.

—Si eres tonto, obvio que no —Rió apenada.

—Yo pensaba que sí, bonita —Ahí ví en la pantalla, a Robles.