La Historia de Un Suicidio.

Tu voz.

El tono del teléfono...

El tono de marcado...

Me tiemblan los labios.

-Hola... -es tu voz, ni siquiera me atrevo a decir algo.

Juro que podía decir, más que seguro que mi corazón ya había sanado, que todo lo que te ofrecí enamorado ya nada tenía que ver conmigo, y aquí estoy... mis labios no se abren, mi boca se seco, se pega mi paladar cuando intento hablar.

-¿Wei Yin?- tu voz sonó desconcertada y expectante.

Ni toda la vida, ni todo el peso del mar de mis lágrimas, ni el dolor de mi alma, me pudo preparar para este momento.

Siento que en lo profundo de mi ser un adolescente sollozante se va limpiando las lágrimas emocionado de escuchar tu voz.

-Yo lo espere.

Eso me dice, esta seguro, y por primera vez sonríe, no te quiero amar.

-Yo te espere... -murmura al otro lado del teléfono, su voz suena quebrada- Yo te he esperado, sé que estás allí, aún si pasarán mil años seguiría esperando por ti, aun si murieramos mil veces, en todas mis vidas te buscaría, sé que aún me amas, y yo te amo... dilo una vez y lo abandonaré todo por ti, perdóname, no lo sabia, si lo hubiese sabido... yo habría hecho todo... ¿me doy a entender? Lo siento estoy abrumado, solo quiero tomar tu mano, mirarte todo el día, solo quiero que vuelvas, me he quedado solo sin ti, la vida se me va... yo no puedo sin ti... Wei Yin. Dime algo...

El vacío que he sentido todos estos años, tiene esperanza de llenarse, soy un tonto, no sé por qué acepte esta llamada.

Ayer, cuando acudí a una de las acostumbradas citas con Lan Yuan no esperaba la propuesta.

-Una llamada tío, es todo lo que le pido para mi cumpleaños.

-¿Una llamada? -dije sin imaginar motivo- nos vemos cada semana... ¿para que una llamada?

-Primero prometa que cumplirá y me lo dará como regalo de cumpleaños.

Lo medite... una llamada no puede dañarme... o eso pensaba.

Escuche su voz de nuevo...

Mil emociones recorrieron mi piel. Lo extrañaba tanto...

-Tal vez no puedas decir nada ahora mismo, pero espero que respondas pronto ¿te quedarías en el teléfono para hablar contigo de todo lo que paso? Solo quédate allí por favor....

Y obediente a tu voz... me quede allí.

No quiero darme por débil, no quiero creerte a la primera.

-Él dijo que tenía cáncer... que necesita que yo estuviera allí, monto todo un circo, estaba hospitalizado cuando te enviaron lejos, según que moriría... cuando me enteré que te habías ido no podía creerlo, mi tío me dijo que me habías abandonado por dinero, me dio una carta de tu puño y letra, y aun así no creí,  intente ir tras ti muchas veces... me encerraron en casa, multiplicaron la vigilancia, la última vez que intente escaparme me dieron la peor paliza de todas, desperté la semana siguiente en el hospital, para cuando pude salir, paramedicos me esperaban, me ataron a una cama y no me dejaron ir, convencieron a todos que estaba drogandome, me recluyeron por tres años, en una clínica de rehabilitación... no me estoy justificando, pero quiero que me entiendas, lo hice... intente ir tras tuyo... recuperarte aun si ya no me amabas, yo lucharía por que volvieras a hacerlo... yo movería el mundo por ti...

No quiero escucharte... no sé si quiero verte, no quiero saber nada, no quiero creerte... nunca dices más de una oración y esta noche... no has parado de contarme una historia con la que no contaba... El amanecer despunta.

-¿Por qué te casaste con ella?

Hubo un largo silencio, después de tantos años ¿estas son mis primeras palabras para ti?

Sueno tan dolido, como si me afectara esa boda... ¿dónde están mis planes de galantería y orgullo, de que vieras lo poco que ya me importas?

-No estoy casado Wei Yin...

-¿Qué? Pero si yo lo vi...

-Puedo jurarte, y demostrarte que no estoy casado... pídeme lo que quieras... dejaré y haré todo por ti...

¿Puedo creerte después de tanto?

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No lo creo...

-Entonces cásate conmigo de inmediato...