↷⃗ꜜ͎͢ TaeHyung se ha embarazado de su novio SeokJin, sin embargo, tanto él como el otro sabe de la existencia de su bebé...
¿Será que TaeHyung se dará cuenta en algún momento que su pancita no es de solamente comer hamburguesas y comida de más?
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Después del nacimiento de JiMin, para Seok, parecía que las cosas había vuelto a la "normalidad" de hace nueve meses atrás antes de todo lo acontecido hasta el trece de octubre.
Y a qué se refería cuando decía a la "normalidad"? Se preguntaran... ¡Muy fácil!
Su TaeHyung, ese 'su majestad', su chantajero favorito, ese adorable y tímido tigre, la razón del caos en su sistema, el causante de las alteraciones del orden en sus pantalones, el hombre el cual se casó y ahora piensa tener la mayor cantidad de hijos posibles.
Ese hombre espléndido que le dio lo imposible, su TaeHyung... Había vuelto a ser como antes, ese hermoso chico de lentes pasta negros que leía todas las tardes en el sofá esperando su regreso del trabajo.
Ese chico que ahora compartía su espera, bajo la clara diferencia que a sus pies, sobre su mecedora móvil, el pequeño bebé de solo unas semanas de nacido descansaba tranquilo acompañaba a su papi lector, la hora en que Seok con ese exquisito perfume, entre por la puerta a darles sus dosis de amor diaria.
Es más. Incluso aquél aire más juguetón y travieso que solía tener su tigrecito, se había ido y en su lugar, los sonrojos constantes y las miraditas llenas de pena por parte del menor, habían desaparecido todo lo que fue TaeHyung esos nueve meses estando embarazado.
El originario TaeHyung había vuelto a su estado habitual, dándole a Seok el lujo de volver a poner en situaciones vergonzosas a su pequeño y adorable esposo, como en los viejos tiempos.
Sin contar de tener la dicha de poder volver a ver esa faceta apenada que el menor tría cada que le soltaba una propuesta dulce o indecente a su redondo y bonito... Rulo color rojo cereza.
Y si, también admite que, hay una gran parte que extraña un poco ese carácter infantil del menor, el sin vergüenza y poco sumiso que tenía. Sin embargo, prefería a su TaeHyung tal cual es, a su versión alterada por una "mini (gran) hamburguesa" nocturna del McDonald's.
Ahora mismo, su plan hermosamente maligno para poner nervioso a su menor era llevado acabo, pues, ¿quién no se resistiría al sentir las manos de Dios SeokJin sobre su cintura y dando masajes?
- Ahora no, hyung... JiMin está durmiendo.- sólo TaeHyung... Por supuesto.
A poco el mayor oyó la negación de su bebito más grande, soltó un suspiro y se sentó derrotado por vez décima novena a su lado en la cama viendo su alrededor con aburrimiento. Tener a JiMin acaparando toda la atención de su mami las veinticuatro horas del día, se había vuelto algo tedioso para Seok.
