Year 1

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Andrómeda acomodó los rizos de Kara a pesar de sus protestas. Su hermana, Nymphadora o Dora para los amigos, estaba también a su lado burlándose sin piedad.

Ted le sonrió a su esposa con diversión. Desde que Dora se graduó de Hogwarts, ella estuvo más apegada a la rubia.

— ¡Mamá, estoy bien! No me debes de...— se quejó a medias, pero el abrazo asfixiante de Dora la detuvo.

— Te voy a extrañar mucho. Asegúrate de causar problemas— Andrómeda se apresuró a retarla y de paso, advertir a Kara sobre cualquier actividad ilícita.

La verdad era que Dora no había cambiado mucho a lo largo de los años. Ahora, como una mujer adulta de 18 años, empezó su postulación en la escuela de aurores. Sus padres se espantaron por las aspiraciones de su hija. Dora nunca fue partidaria de obedecer las reglas.

— ...y no le causes problemas a los profesores. No quiero que el director me mande a llamar— advirtió firme y Kara asintió fervientemente — Diviértete, cariño y has amigos—

— No te olvides de escribirnos, al menos una vez por semana— Ted recordó mientras metía dulces en las bolsillos de la niña sin que su esposa se dé cuenta.

— Sí. Enviaré a Kripto— sonrió ante el recuerdo de su nueva lechuza.

— Si deseas algo, recuerda llamar a Kreacher. Él irá de inmediato—

— Lo sé. Gracias, Ted— lo abrazó y sonrió antes de separarse — Si Kreacher se pone grosero, me avisas—

La familia se dió un último adiós antes de que Kara subiera al tren. Buscó los primeros compartimientos y descubrió muy pronto que estaban llenos. Varios estudiantes de distintos años expresaron efusividad a sus conocidos y la niña de 11 años se sintió abrumada; probó su suerte en los compartimientos de atrás y se encontró chocando contra una niña.

— Ten más cuidado— murmuró haciéndose a un lado y dejándola pasar.

— Perdón, ando buscando un asiento—

— Yo también—

Y sin esperarlo, Kara fue agarrada de la mano y empujada por el pasillo. Black no tardó en reaccionar y fijarse mejor en la desconocida; la niña llevaba el cabello castaño agarrado en una bonita cola de caballo, tenía una especie de túnica a medida de color gris oscuro y de inmediato adivinó que no era alguna hija de muggles.

— ¿A dónde me llevas?—

Ella no respondió y un par de pasos más, miró el compartimiento vacío y con una sonrisa empujó a ambas a dentro.

— Victoria— saludó alegre y Kara levantó la ceja con confusión — Victoria Burke, así me llamo—

— Soy Kara Black—

— Eres de primer año, ¿verdad?—

— Si, ¿y tú?—

— También. Me muero por explorar el castillo— comentó emocionada.

La conversación fluye ansiosamente desde allí, y Kara se encuentra relajándose y divirtiéndose. La tensión del primer día poco a poco abandona su cuerpo y se alegra al pensar que ya tiene una nueva amiga. Victoria Burke era definitivamente la persona más enigmática que haya conocido y le agrada lo improbable que pueden ser sus comentarios.

— ¿Han visto una rana? Un niño llamado Neville la perdió— la voz de una niña las sacó de su conversación y Kara se apresuró a contestarle.

— No—

La niña del cabello tupido y castaño se quejó y se fue sin decir otra palabra. Realmente parecía frustrada y de malhumor.

Toujours Pur (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora