Toujours Pur (Supercorp)

Year 4 - Part 2

Kara se sintió incómoda al atrapar las miradas que algunos estudiantes le daban mientras desayunaba. Era un lunes cuando entró al Gran Comedor y la gente empezó a murmurar. Esa mañana, Victoria estaba extrañamente acogedora y melosa con ella, además de lanzar miradas asesinas a todo aquel que intentara acercarse. Incluso, para hacer más rara la situación, ella le sirvió su plato.

La slytherin empezó a sospechar que algo sucedía. Algo que nadie tenía el valor de contarle, el único que sincero y capaz de decirle las cosas directamente fue Draco. Había abordado a la chica mientras paseaba por el campo de Quidditch y luego de recibir la noticia, él no la miró con pena ni con compasión. Solo apretó su brazo y susurró: Ella eligió la opción fácil.

Al día siguiente, Kara se sintió como un fantasma y no quería saber nada del mundo. Victoria le había gritado a Draco en plena Sala Común y terminaron intercambiándose maldiciones urticantes.

No era un secreto para nadie en Slytherin que Kara Black le gustaba Lena Luthor desde el segundo año. Tampoco era sorpresa que ambas estaban comprometidas. Lo que sí puso a todos a rabiar fue el hecho de que la gryffindor empezara a salir con Jack Spheer.

La primera semana después fue un infierno. Todo el mundo notaba las ojeras debajo de sus ojos y su mirada más helada de lo usual. Incluso, algunos extrañaban su sonrisa torcida. Alex decidió intervenir, pero Kara no quería saber nada. La verdad es que ni ella ni Lena habían hablado desde que el año escolar empezó. ¡Por Salazar, no sabía qué había hecho mal!

Pero las cosas mejoraron y de la forma más inusual posible. Después de haber estado un par de horas en la biblioteca, sin querer se topó con una pelea entre dos Hufflepuff. Rápidamente identificó al chico como Justin Finch-Fletchley y se sorprendió al ver a Susan Bones.

— No deberías dejar que te hable así— Kara se acercó a Susan luego de que Justin se fuera echando humo.

La chica pelirroja se sobresaltó al verla, no esperaba que alguien estuviera escuchando la discusión.

— Solo está celoso—

— ¿Y? Eso no le da una excusa para ser idiota— Susan soltó un suspiro y se encogió de hombros, Kara decidió no presionar — ¿Quieres que te acompañe a tu Sala Común?—

Y así comenzó todo. Los días posteriores fueron una grata distracción para Kara y se la pasó reuniéndose con Susan a escondidas de todos. Los fines de semanas salían a Hogsmeade y en una de esas salidas, hubo una chispa.

Cuando menos lo supo, se encontró escondiéndose en armarios de escobas y salones vacíos para besuquearse con la Hufflepuff, incluso se escapaban e citas nocturnas en las cocinas de los elfos. Algunas veces Susan deslizaba notas cariñosas en sus libros y otras veces, Kara la llevaba a Torre de Astronomía a ver las estrellas.

Susan era todo lo opuesto a Lena, literalmente. Era más abierta a hablar sobre sus sentimientos y Kara tenía mucha confianza en contar los suyos sin miedo a ser juzgada. Susan la mantenía equilibrada y tranquila, también la apoyaba en sus estudios. La Hufflepuff la animaba a dormir más y escribir cartas semanales a su familia.

Al principio fue raro para Kara, si bien se mantenía en contacto con Madre y Ted, no era tan seguido. Solo una carta al mes o cada dos meses. Luego, se convirtió en una costumbre que le agradeció a Susan.

Sin embargo, se sentía mal por sentir que su relación era solo una experimentación.

Sus sentimientos por Lena nunca se fueron y la presencia de Susan sirvió como una distracción. Le tenía cariño a la chica y tenían suficiente química como para llegar a segunda base. Kara no negaría que sintió excitación ante los besos acalorados y las manos curiosas, pero nunca se animó a hacer algo.