Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C098 - Un verdadero alfa

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Cuando vio este comentario, Yan Qiu estaba tumbado en el sofá con el gato. Al instante frunció el ceño.

Que alguien le diga por qué Ji Xinglan estaba en el foro, por favor.

Habría sido mejor que Ji Xinglan no hubiera aparecido. La gente del foro a lo sumo discutiría un poco, ¡pero Ji Xinglan realmente le respondió!

¡Incluso llamó a Yan Qiu su esposa!

Aunque habían recibido su certificado de matrimonio, los demás no lo sabrían y sólo pensarían que era un título cariñoso. Debido a esto, estallaron en un alboroto, y en pocos momentos se añadieron unas cuantas páginas más al hilo. Todas ellas estaban llenas de chillidos y no había forma de que Yan Qiu pudiera seguir leyendo.

[¿Es..po...sa?]

[¡¿Di eso otra vez?!]

[Deja de fingir, comentarista de arriba. Estoy hablando de ti. ¿A quién crees que estás engañando usando una ID falsa? ¿Tienes el derecho de hablar por el Joven Maestro Ji?]

[Um... comentarista de arriba, haz clic en su perfil y mira el nombre de la cuenta verificada. (Enciende un cigarrillo)]

[...Dios mío, ¿la cuenta de Ji Xinglan?]

[Soy su esposa QAQ]

[¿Qué diablos? Nuestro ídolo de la escuela debe estar realmente hechizado por esta perra, ¿verdad?]

A Yan Qiu normalmente no le importaban las discusiones de los demás, pero llamarle repetidamente 'perra' le hizo enfadar un poco.

Ese título no le convenía en absoluto. ¡No era para un poderoso alfa!

Yan Qiu apretó los dientes y las venas de sus sienes palpitaron. Casi empezó a golpear a Ji Xinglan en su corazón.

¡Disculpa! Si quieres aclarar algo, entonces acláralo. No importa cómo lo vea, esto se ve raro. ¿Qué quieres decir con que no me llamen perra?

Pero Ji Xinglan no estaba a su lado ahora, así que Yan Qiu no podía darle una lección. Sólo podía patear con rabia la mesa de té.

¡Maldita sea, Ji Xinglan es CLARAMENTE la perra aquí! ¡Siempre se niega a atarse la bata como es debido y se mete así debajo de mi manta!

Ya no podía leer los otros comentarios. Eran un desastre, y algunos incluso se preguntaban si Yan Qiu había robado la cuenta de Ji Xinglan.

Yan Qiu miró tranquilamente el hilo. No tenía interés en robar la cuenta de Ji Xinglan, y no le importaba la opinión de los demás.

Que los demás adivinen todo lo que quieran. A él no le importaba.

Pero cuando Yan Qiu hizo clic en la cuenta de Ji Xinglan y fue a su página de inicio para ver si había hecho otros comentarios peligrosos...

Hubiera sido mejor que no mirara, porque cuando lo hizo, se quedó boquiabierto.

Parecía que la cuenta se había utilizado durante mucho tiempo, pero no hacía mucho que se había verificado.

Comprobó los mensajes uno por uno y vio fácilmente que a Ji Xinglan le habían gustado varios mensajes en el pasado.

No esperaba que el poderoso Joven Maestro Ji fuera en realidad bastante narcisista a pesar de parecer distante, noble y sin preocuparse por los asuntos del mundo.

Cuando leyó esos mensajes, descubrió que a Ji Xinglan le habían gustado unos ocho mensajes que lo elogiaban por su aspecto.

Yan Qiu recordó el comportamiento distante y orgulloso que Ji Xinglan tenía en el pasado. No podía creer que Ji Xinglan fuera así en privado. Cuanto más pensaba en ello, más extraño se sentía. Yan Qiu se rió.