Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C002 - ¿Dónde está tu collar de inhibición?

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El desdén en los ojos de Ji Xinglan causó que la autoestima de Yan Qiu sufriera 100 golpes críticos. Yan Qiu se levantó rápidamente los pantalones, deseando volver a su antigua vida. Cuando Yan Qiu levantó la vista después de un rato, encontró que la puerta frente a él estaba cerrada.

Sin embargo, antes de que Ji Xinglan cerrara por completo la puerta, pronunció: ―Vístete y ven a mi estudio.

Yan Qiu arregló su ropa y maldijo en silencio. Este realmente era el Ji Xinglan que conocía. ¿Qué tipo de expresión fue esa? Como si él fuera el que había perdido algo.

Había varios pares de zapatillas en el armario de zapatos al lado de la puerta, todos los cuales eran estilos lindos. No quería usar ninguno de ellos. Yan Qiu luchó por un tiempo antes de finalmente ponerse unas esponjosas zapatillas de conejo rosa y salir por la puerta. Con cada paso que daba, las lindas orejas de conejo sobre las zapatillas temblaban. ¡Maldición! Este matón escolar con zapatillas de conejito rosa. Era casi tan majestuoso como un gran hombre ruso que llevaba un tutú mientras bailaba el lago de los cisnes.

Si su suposición era correcta, este era el famoso distrito central de Hengcheng. La tierra en este centro de la ciudad era extremadamente valiosa. Los que podían permitirse comprar una villa en el centro de la ciudad no eran simplemente ricos; Eran ultra ricos.

Sus hermanos solían beber y jactarse; a todos les gustaba alardear de cómo comprarían suites en el área central de la villa cuando se graduaran. Yan Qiu miró el interior de la casa y pensó que Ji Xinglan era realmente rico.

Caminaron por un corredor occidental lleno de pinturas, luego a través de una escalera de caracol. Finalmente, llegaron frente a un estudio en el segundo piso. El mayordomo se detuvo, haciendo un gesto para que entrara.

Yan Qiu miró el estudio. La puerta daba a la pared, y en la pared había una estantería de ébano llena de libros chinos y otros escritos extranjeros. Miró los estantes de libros y portadas doradas. Una casa con estantes llenos de libros y artículos de colección, deben ser para personas ricas que no leen libros.

El mayordomo se hizo a un lado respetuosamente, claramente esperando en la puerta. Yan Qiu no quería enfrentarse a Ji Xinglan solo, por lo que preguntó: ―¿No vas a entrar?

Con una sonrisa profesional en su rostro, el mayordomo sacudió la cabeza y respondió con seriedad: ―El Maestro nunca permite que haya personas ajenas en su estudio.

―¿Ajenas?

Había enfatizado deliberadamente la palabra 'Ajenas'. Yan Qiu podía escuchar el cariño en sus palabras. Lo que el mayordomo había indicado era que los empleados eran extraños, pero el prometido no era un extraño. Sin embargo, el 'verdadero extraño' Yan Qiu no se sentía así.

No había forma de que pudiera explicarle a Ji Xinglan que no era su verdadero prometido. Si Ji Xinglan supiera la verdad, se reiría hasta morir, y la dignidad alfa de Yan Qiu no le permitiría perder la cara frente a su rival.

El mayordomo estaba ansioso por que entrara, para que no incurre en la ira del Joven Maestro. Por lo tanto, optó por halagar al otro, y agregó en voz baja: ―Solías ser el favorito del Joven Maestro. Date prisa, entra.

―... ―Yan Qiu lo miró. No hermano. Para ser honesto, solía ser la mosca más molesta para este joven maestro.

Pero, ya que estaba a punto de entrar, Yan Qiu era demasiado vago para discutir. Con una mirada compleja, se alisó la camisa negra, esperando que su vergüenza anterior no se repitiera, y entró en el estudio.