Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C069 - ¡Corre!

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―¿Qué juguete? 

Yan Qiu no llevaba pantalones en este momento. Sólo tenía un delantal suelto en su cuerpo. El delantal rosa con puntitos tenía todo tipo de flores y personajes de dibujos animados, por lo que no parecía serio.

Yan Qiu pudo darse cuenta de que Ji Xinglan no tenía buenas intenciones, pero la limitada cantidad de porno que veía no era suficiente para entender los secretos más profundos de la vida.

Cuando Ji Xinglan le pidió que fuera a echar un vistazo, Yan Qiu optó instintivamente por correr al dormitorio.

No importaba, primero debía ponerse los pantalones antes de hacer nada. Era demasiado extraño para él desnudar las piernas así.

Pero Ji Xinglan no le dio ninguna oportunidad de correr. Arrastró a Yan Qiu cuando intentó huir y lo inmovilizó contra la mesa del comedor. Luego, lo levantó y lo colocó sobre la mesa.

Yan Qiu tenía un aspecto lamentable. Sólo llevaba un delantal, pero sus ojos cautelosos le daban un aspecto muy 'feroz'. Parecía un gatito a punto de estirar sus garras para arañar a Ji Xinglan como advertencia para que no hiciera ninguna locura.

Ji Xinglan sólo sonrió mientras lo observaba. No se anduvo con rodeos y arrastró el paquete para que Yan Qiu le echara un vistazo. 

―Mira ―, dijo Ji Xinglan cordialmente, invitándolo a echar un vistazo.

Yan Qiu no pudo escapar, por lo que solo pudo prepararse y mirar dentro de la caja.

Vio unas orejas de gato, una cola, un látigo de cuero, unas esposas y todo tipo de cosas extrañas que no podía nombrar. Aunque no podía saber lo que eran, podía decir que eran muy malvados.

Ji Xinglan hizo un gesto con la barbilla y agarró la mano de Yan Qiu. ―Elige uno.

―¡No! ―Yan Qiu se negó con firmeza.

¿Llevar orejas de gato? ¡Es demasiado infantil! ¡Es un juguete para niños!

¡¿Qué demonios?! ¡Soy un adulto alfa!

Cuando Ji Xinglan vio que tenía un poco de aversión a esto, no siguió presionándolo. Fingió ser generoso y dijo: ―Ya que no eliges, yo elegiré por ti.

Yan Qiu frunció el ceño y vio que Ji Xinglan sacaba las orejas y la cola de gato del paquete.

Soportó su vergüenza y toleró que Ji Xinglan le pusiera las orejas de gato. Pero a Ji Xinglan no le pareció suficiente e insistió en ponerle también la cola.

Yan Qiu midió la cola de gato y se dio cuenta de que no tenía ninguna herramienta para ponerla en su cuerpo. Así que sujetó la cola y vio un objeto metálico en el extremo. Entonces, hizo una pregunta que sólo un chico ingenuo y heterosexual haría: ―No puedo ponerme esto, ¿verdad? 

Ji Xinglan lo miró con una mirada que no pudo descifrar. Su voz era un poco ronca y profunda cuando dijo: ―Por supuesto que puedes. Yo te enseñaré.

Tres minutos más tarde, Yan Qiu se acostó en la mesa del comedor después de que no pudo resistirse. Este 'juguete para niños' terminó enrojeciendo su rostro por completo, y se aferró a la tela del hombro de ji Xinglan, negándose a soltarlo. 

―¿Es lindo? ―Ji Xinglan inclinó la ficha de Yan Qiu con sus dedos y preguntó con un susurro bajo.

Después de que Yan Qiu usó las orejas de gato, todavía estaba vestido solo con el delantal. Cuando se vio obligado a acostarse en la mesa, se veía demasiado adorable, como si el plato principal de la cena de esta noche fuera él.