Capitulo 1

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Mirabel, ella era una joven de 18 años, que vivía en un pequeño pueblo.

Ella siempre añoraba con tener una familia, pues lamentablemente era huérfana, y no sabía quién era su familia.

Siempre tuvo que hacer las cosas por sí sola, ya que no tenía quien la respalde.

Desde pequeña tuvo que trabajar para mantenerse, lo que más le daba resultado, era el hecho de que ella tocaba la guitarra.

Ella se sentaba todos los días en la plaza y tocaba su guitara, la cual se la había regalado una señora con la cual vivió un tiempo, gracias a ella aprendió a tocar.

Pero ahora Finalmente ella tenía bastantes ahorros, después de tantos años de trabajo.

Así que decidió mudarse de aquel pueblo, pues le traía algunos malos recuerdos.

Ella monto un caballo y empezó a andar hacia el lugar donde ahora viviría.

Ella cabalgo 5 horas, hasta que finalmente llego a un pueblo.

En este, ella se bajó de su caballo y comenzó a explorar aquel pueblo.

La gente a decir verdad se veía muy amistosa.

Ella saco de su bolso unas cuantas monedas y se acercó a una señora que estaba dando comida.

Como tenía hambre, quería comprarle algo a esa señora, ya que supuso que vendía comida.

Se acercó hasta donde se encontraba aquella mujer y empezó a hablar.

Mirabel- buenos días señora, quisiera comprarle algo de comida

¿? - ¿comprarme?

Mirabel- ¿usted vende o no?

¿? - no querida, yo doy comida a la gente que se ha lastimado

Mirabel- ¿Cómo? - pregunto

¿? - veo que eres nueva aquí, déjame presentarme soy Julieta Madrigal,  yo y mi familia tenemos dones especiales para ayudar a la gente, por ejemplo, yo puedo curar a las personas con mi comida

Mirabel- ¿es un chiste no?

Julieta al escuchar esto rio un poco

Julieta- al principio es difícil de creer, especialmente si nunca estuviste aquí

Mirabel- es que es algo muy difícil de creer

Julieta- no te preocupes, con el tiempo te acostumbraras.

Mirabel- supongo

Julieta- ¿te quedaras a vivir aquí?, ¿o solo viene de visita?

Mirabel- pienso vivir aquí, unos cuantos años

Julieta- ya verás que te fascinara el pueblo, está lleno de sorpresas

Mirabel- eso veo

Julieta- bueno, yo no vendo comida, pero toma- exclamo mientas le daba un plato con arepas

Mirabel- muchas gracias, pero, ¿Cuánto seria?

Julieta- no es nada, bienvenida al pueblo

Mirabel- Muchas gracias señora Julieta

Julieta- deberías explorar el pueblo, para que así conozcas gente

Mirabel- lo hare, hasta luego señora

Julieta- adiós querida

Mirabel se retiró de aquel lugar con el plato de arepas y se sentó en un pequeño asiento de madera que había.

Escuchándote (Mirabel X Dolores)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora