Inframundo
29 de Noviembre del año 2021
Castillo de AsmodeusSer un demonio no es para nada fácil y mucho menos cuando eres el hijo de uno de los pecados capitales personificado en un demonio. Ese era el caso de Taehyung, hijo menor del rey de la lujuria o como muchos lo llaman, el gran Asmodeus.
Hoy en especial era uno de esos días estresantes para el joven demonio que debía estar encerrado en ese enorme castillo demoníaco por orden de su progenitor.
Al ser su hijo menor y último descendiente, el demonio soberano solía ser estricto, posesivo y en demasía sobreprotector; esta era una de las cosas que para Taehyung era en sí muy estúpida ya que teniendo ciento veinte años en este mundo tan cruel e inhumano denominado "Infierno" estaba más que seguro de poder defenderse solo.
Ahora bien, para responder la respuesta en cuestión; ¿Qué hace de este día tan estresante?
Hoy es viernes. Cada viernes en ese enorme castillo se organizaba fiestas enormes, siendo los invitados principales cientos de demonios de cada círculo del jodido infierno. Era un dolor de cabeza ser obligado a asistir al menos por dos horas a cada uno de esos festejos, después de todo siempre terminaban follándose unos con otros. No podía esperar menos del círculo de la lujuria.
Además, Asmodeus siempre le incitaba a buscar pareja, por eso mismo es que hacía ese tipo de cosas. ¿Su homosexualidad evidente? No le importaba, siempre se aseguraba de buscar cientos de omegas varones para que pudiera follar, o tal vez algo más.
Lo que nadie sabía es que siempre lograba escapar de esas pesadas fiestas, tampoco tenían idea de que por su parte también había encontrado a su omega predestinado, aquel con quién gustosamente compartiría su vida entera.
Claro que.. solo había un pequeñísimo detalle. Ninguno se conocía y por ello aún no podían reclamarse el uno al otro, ni siquiera estaban en el mismo "mundo".
Subir al mundo humano tampoco era sencillo, habían muchos impedimentos y el hecho de que su padre fuera el principal de ellos no mejoraba las cosas.
Su padre era tan posesivo con cada uno de sus hijos que no los deja subir a la tierra sino hasta cierta edad estipulada por el mismo. Su omega además era un humano y eso ya de por sí era romper la regla más importante y sería del Inframundo.
El amor entre especies con naturalezas tan diferentes estaba prohibido tanto en el cielo como en el infierno.
Su padre definitivamente no podía saberlo bajo ninguna circunstancia.
Era un hecho que estaba en una situación complicada, no podía negarlo. Tomando en cuenta que no se le dejaba ser feliz, solo podía sentirse frustrardo y estar enojado cada día y cada noche, aunque para suerte del joven demonio no faltaba mucho para tener la edad perfecta e ir en busca de su otra mitad.
Si, bastante cliché, así era Taehyung.
Para este momento ya había logrado huir del ambiente lleno de feromonas y sexo en el gran salón. Ahora estaba en esa gran habitación que le pertenecía, el reloj marcaba las las tres con doce minutos de la madrugada, mientras el estando ya duchado y con un simple bóxer cubriendo su desnudez se mantenía en reposo sobre la cama en la que silenciosamente se sentía más solo de lo normal.
Con el control remoto en la zurda hundió el botón rojo de encendido, logrando con esto que la pantalla del gran televisor reflejará solo estática en señal de que no había recepción, aunque realmente no era así.
—Muéstrame a mi Omega —ordenó y como si se tratara de magia en la pantalla se mostró la imagen clara de una cama individual, estaba forrada con sábanas rosadas y negras de seda. Sobre ella dormía plácidamente el pequeño omega que desde la distancia le pertenecía. Su omega—. Tan bonito, tan dulce, tan inocent..
Las palabras quedaron en pausa cuando un pequeño gemido había brotado de esa dulce boquita, esa que desde hace tanto había soñado con besar. Lo que más llamó su atención fue ver como se retorcía y poco a poco iba despertando con un fuerte sonrojo en su rostro.
Sonrió por inercia al sospechar lo que pasaba.
—El está... —toda duda fue aclarada en cuanto vio la erección bajo la tela de sus shorts de pijama, sumándole la ligera mancha de lubricante en la parte trasera de su cuerpo, exactamente en su entrada cubierta por la entrometida tela—. Mi omega está entrando en celo..
No pudo evitar soltar un gruñido casi animal al verlo tocar su cuerpo, metiendo sus delicadas manos bajo la tela para evitar desnudarse, tal como si supiera que estaba observado. Verlo con la mirada perdida, sus labios entreabiertos y soltando suaves gemidos lo dejó casi en blanco, babeando como un animal hambriento. Con un demonio, su omega era una pieza de arte.
Con necesidad latente en todo su cuerpo se masturbó a la par en que el bonito omega tras la pantalla trataba de complacerse para remediar ese ardiente dolor.
—A-ah~ Alfa.. —tras suaves gemidos desesperados no logró contenerse más y gritó su climax, quedando rendido sobre la cama segundos después.
—Joder, ah.. —por su parte también logró alcanzar su punto cúspide, viniéndose en su mano con un ronco jadeo, todo su cuerpo caliente y su pecho sin aliento—. Que delicia jodida delicia..
Después de todo, la espera valdría cada segundo.
Tenía un plan bajo la manga y aunque no estaba seguro de qué tan efectivo sería, no perdería nada con intentarlo todo.
-Moon.

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Unidos por el destino 𝙏𝙖𝙚𝙠𝙤𝙤𝙠
FanficTaehyung es el último hijo del demonio representante de la Lujuria, Asmodeus. Este lleva una tediosa vida en el inframundo, teniendo que admirar desde lo lejos al que sabe que es su omega destinado sin poder acercarse por culpa de su exigente padre...