Seis

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Hace unos minutos se habían sentado a la mesa, un banquete estaba servido encima de la misma.

El Omega mayor estaba sentado a la cabeza, sus alfas uno a cada lado suyo, Hoseok a la izquierda y Namjoon a la derecha.

Por la izquierda también estaban Jungkook y Taehyung, mientras que a la derecha se encontraban Jimin y Yoongi.

Cada pareja formada, exceptuando el caso del trío particular en el comedor.

Levantándose de la mesa el mayor de todos tomó su copa, sin más sonrió y llamó la atención de los presentes con un pequeño carraspeo.

-Siendo el mayor aquí quiero agradecer a nuestros invitados por haber aceptado nuestra invitación y haber venido a compartir con nosotros. -Tomó una pausa para sonreírle a ambos omegas-. Yoongi, es un placer volver a verte después de tanto, Jungkook y Jimin, es un placer conocerlos, sean bienvenidos.

Ambos omegas menores agradecieron de vuelta y reverenciaron aún en sus asientos hacía el mayor.

-Bueno.. -Seok-Jin prosiguió-. Quiero brindar por esta noche, que sea una velada armoniosa para todos y que podamos disfrutar de un nuevo año lleno de prosperidad, éxito y mucho, mucho amor.

Sin más elevó su copa y todos los presentes imitaron su acción casi al mismo tiempo, levantando sus copas y luego bajando las mismas para beber un sorbo de ellas.

Jin tomó asiento de nuevo y sin más todos empezaron a comer y degustar de la comida que allí había.

Todo se dió con naturalidad, la charla empezó con algo simple pero que sorprendió mucho a los recién conocidos.

-¿Hoseok y Namjoon? ¿Los dos son tus alfas? -Yoongi parpadeó con sorpresa, los nombrados rieron y el mayor se limitó a sonreír-. Diablos, recuerdo que ambos peleaban por ti en la escuela, incluso en la preparatoria.

-Bueno, como ves, a veces tardamos en darnos cuenta de que el amor está justo frente a nosotros -Namjoon dijo con suavidad mientras limpiaba la comisura de sus labios con la servilleta-. Hoseok y yo peleabamos tanto entre nosotros por conquistar a Jin que no notamos que nuestros lobos buscaban conexión también.

-Vaya... ¿Quién lo diría? -Aún sorprendido tomó un sorbo del vino en su copa, luego observó al pelirrojo-. ¿Qué hay de ti, Tae? ¿Ya hay algún Omega en tu corazón?

El alfa se tensó un poco mientras tragaba su comida y miraba a su hermano.

No podía soltar toda la sopa justo ahora, Jungkook aún debía conocerlo mejor, sabía que Yoongi tenía entendimiento del tema con el y el Omega pelinegro, lo había visto hablar con su Hyung antes.

Más relajado observó al omeguita a su lado y tan solo sonrió, casi bobamente.

-Puede ser que si... Sinceramente lo único que espero es un beso en mi mejilla al final de la noche. -Jungkook no pudo evitar enrojecer mientras desviaba su mirada.

Si, bueno, Taehyung a veces no era muy directo, pero su mirada puesta en él mientras confesaba aquello hizo que su sistema tuviera fallas casi al instante.

Jimin sonrió.

Se dió cuenta de que su pequeño amigo estaría en buenas manos, con ello estaba más tranquilo. No podía evitar sentirse emocionado y feliz por el menor, sabía que había resguardado su corazón al amor, y ahora verlo florecer lo hacía sentir orgulloso sin duda alguna.

Ese era su pequeño amigo, estaba muy feliz de verlo así.

-Uh, Jungkook -El castaño llamó y el menor le miró de inmediato-. Contigo es con quién menos he podido conversar, espero no haber parecido maleducado, mi hermano te acaparó solo para él.

Tanto alfa como omega se sonrojaron levemente.

Jungkook negó con suavidad. -Nada de eso, Hyung, ha sido usted muy generoso al aceptarnos en su hogar, es un placer acompañarlo en esta cena de navidad.

Seok sonrió, su cuñadito era sin duda alguna un pequeño dulce, una ternura total.

-Eres sin duda alguna un terrón de azúcar. -Halagó tras un bocado del pavo glaseado-. El placer es mío, no podía dejar de conocer al chico que dejó encantado a mi hermanito, eres sin duda todo un encanto.

Taehyung estaba apenado, sin embargo Jungkook le ganaba por mucho.

¿Dejar encantado a Taehyung? ¿Eso le había dicho? ¿Taehyung estaba interesado en él?

Si, tal vez nuestro pequeño omega era algo despistado, pero no lo culpen, era nuevo en todo esto de sentir mariposas en su estómago.

O mejor dicho, su lobo aullar y mover la cola sin parar.

En eso se basó la cena, una plática relajada llena de preguntas curiosas y respuestas divertidas pero sinceras.

Tras comer la cena y el postre todos pasaron a la sala de estar, Seok-Jin colocando a funcionar un tocadiscos con un jazz lento, perfecto para bailar mientras se daban las doce de la media noche.

Jimin y Yoongi se animaron a sumarse al baile, inspirados al ver cómo ese trio bailaba, turnandose en cada giro, complementándose de la mejor manera.

Por su parte Taehyung miraba desde el marco de la puerta a Jungkook, quién estaba recostado al barandal del gran balcón, mirando la luna en el cielo lleno de estrellas.

Ve con él, por favor, quiero estar a su lado.

No necesitó una segunda petición por parte de su alfa, hace rato ya que estaba allí apreciandolo, pensando en si ir a su lado o no.

Con cuidado se posó a su lado para no asustarlo, acercó lentamente el pequeño tazón con uvas que traía con el hacia el Omega.

Este volteó a verlo, no se sobresaltó, pues su omega podía sentir la presencia del Alfa mientras se acercaba. Le dedicó una sonrisa y tomó una uva, mordiendola y sonrió feliz por la dulzura de la fruta.

-Uvas verdes, son mis favoritas. -Señaló el tazón, abrió los ojos con sorpresa-. Uvas verdes y moradas... ¿Cómo hiciste que estuvieran juntas en el mismo racimo?

Taehyung tomó una morada y la comió. -Bueno, las conseguí así, las moradas son mis favoritas. Fue perfecto para compartirlas contigo, ¿No es así?

Jungkook sonrió y asintió con su cabeza.

Poco a poco las fueron comiendo, el Omega las verdes y el alfa las moradas, una a una del curioso racimo.

Al final quedaba una sola en el tazón de cristal, todo era parte de su plan.

-Uh, Hyung... solo queda una, tomela usted. -En los dedos ajenos estaba la uva restante, justo frente a sus labios.

Taehyung sonrió. -Ah, tan lindo... Pero prefiero compartir.

Jungkook vió como la uva era tomaba de sus dedos por la boca ajena, el roce de los labios ajenos en sus dedos haciéndole perder todo el aire.

El nunca, ni en sus más locos sueños imagino que luego de eso el alfa se acercaría a sus labios, posando la mitad de la uva entre ellos a la vez en que compartían un tierno toque de labios.

Justo cuando sus boca se juntaron los fuegos artificiales empezaron a llenar el cielo a lo lejos, anunciando el inicio de un nuevo año. Sus corazones retumbando en sus pechos parecían estallar de la misma forma, mientras que el pelinegro empezaba un suave movimiento que terminaría como un dulce beso francés que advertía con nunca querer terminar.

Finalmente se quedaron sin aire y tuvieron que separarse lentamente para respirar, aún con sus frentes y narices juntas tomaron un respiro, luego miraron a sus ojos tras estar un poco más lejos.

El primero en hablar fue el alfa. -Feliz año nuevo, Jungkookie.

El omega pensó estar en un sueño, más supo que no era así al ver esos ojos olivas brillar por el.

Besó la mejilla ajena con dulzura, luego le brindó una gran sonrisa. -Feliz año nuevo, Taehyungie.

-Moon.

Unidos por el destino 𝙏𝙖𝙚𝙠𝙤𝙤𝙠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora