L L U V I A

510 92 7
                                    

Desde que HueningKai le había besado la mejilla aquel día en el almuerzo, sus pensamientos sobre su menor no lo abandonaban en ningún momento, era como si en lugar de mudarse a su nuevo apartamento, Kai se hubiese mudado permanentemente a su mente.

Nunca se había considerado un mal estudiante, pero los últimos días se sentía incapaz de concentrarse de manera correcta en sus clases.

¿Cómo es que le pasó eso en tan solo unos cuantos días de conocerse?

¿Tanto era el poder de los encantos de Kai Kamal Huening?

Porque podía sentirse como si estuviera bajo un encantamiento.

¿Será que su dongsaeng le había hecho un amarre?

Desechó inmediatamente esa teoría por dos simples razones: la primera, Kai no parecía ser ese tipo de chicos y la segunda, no existía ningún motivo para que el menor siquiera pudiera pensar en hacer algo así.

La maestra frente a él dio por terminada la clase, la última de aquel agotador día.

Se sentía cansado, gracias a sus extraños pensamientos no había podido dormir bien, ya sentía cómo poco a poco sus defensas iban bajando, no se consideraba alguien frágil, pero no quería descuidar de tal manera su salud.

Cuando atravesó la puerta de su salón para salir de este se encontró con el causante de todo el revoltijo de su mente.

—Taehyunnie, ¿Iremos juntos hasta casa no es así?— Otro detalle del caso era que HueningKai recientemente se había mudado, a ambos les había sorprendido encontrarse en el elevador del edificio, resulta que el menor ahora vivía en el piso superior del edificio donde él vivía.

—No es como si tuviera más opciones— Se encontraba desganado y pasar tiempo con alguien tan enérgico y parlanchín como lo era Kai no le causaba la menor ilusión.

Al momento de llegar a la salida del establecimiento ambos se detuvieron, las nubes oscuras decoraban el cielo y podían observar con claridad cómo de estas mismas caían finas gotas de lluvia.

Su mirada viajó hacia HueningKai, su ropa no era muy abrigadora y si se mojaba era seguro que pasaría frío.

¿Por qué las lluvias de Seúl eran tan repentinas?

Sin detenerse a pensarlo mucho quitó la chaqueta que lo cubría y la puso por sobre las cabezas de ambos, HueningKai la agarró de mejor manera, y Taehyun la movió dejando la mayor parte de esta cubriendo a Kai.

—¿Qué estás haciendo?— El menor miró confundido las acciones de Taehyun.

—Tenemos que cubrirnos hasta llegar a la parada de autobuses, sólo debemos correr y llegaremos sin mojarnos tanto— HueningKai asintió y ambos corrieron tan rápido como pudieron, después de unos minutos se refugiaron bajo el techo de la parada.

—Taehyun, pero, tú sí te mojaste— El hombro derecho de Taehyun estaba empapado y todo de allí para abajo.

—No te preocupes— Por otro lado, HueningKai se mantenía casi completamente seco, lo que sirvió para tranquilizar a Taehyun.

El menor no quiso decir nada, pero podía ver claramente cómo el delgado cuerpo del contrario tiritaba levemente por el frío, no sabía cómo reaccionar ni qué pensar, pero se sentía un tanto culpable por el estado actual de Taehyun.

𝐂𝐎𝐋𝐃 [𝐓𝐘𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora