T R A B A J O

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La poca calma que habían conseguido la noche anterior desapareció en un instante cuando HueningKai trató de comprar algo con su tarjeta.

Esta había sido bloqueada.

Rodó los ojos al unir todos los puntos.

Debió haberlo imaginado, si su madre ya no lo apoyaría, lo dejaría de lado en todo sentido, incluyendo lo económico.

A paso apresurado se dirigió a su apartamento, tenía suerte que en el momento de hacer aquellos papeles todo quedara a su nombre, pues no tenía dudas de que su madre se lo habría quitado también de no haber sido así.

Quiso gritar por la frustración, los números pasando rápidamente por su mente.

No lo había querido ver antes, pero sin el apoyo económico de su familia estaba jodido.

Sus dedos presionaron el puente de su nariz pensando en una solución rápida.

Debía conseguir un trabajo, tal vez no sería fácil y aún debía dejar tiempo para sus estudios, pero ni siquiera sería capaz de seguir costeando estos si no conseguía un empleo pronto.

En esa situación ya no había mucho por hacer o lamentar, si no actuaba rápido, las pocas reservas que tenía de comida también se acabarían.

Mordió su labio con nerviosismo. ¿Qué diría Taehyun?

Ese día su novio había ido al Instituto mientras él no, estaba suspendido por un par de días, genial, ¿No?

Se vistió de forma casual y salió a la calle, quizá debió haber buscado algún anuncio por internet o algo parecido.

Pero necesitaba caminar, despejarse.

Estaba seguro de que no conseguiría un trabajo en una oficina, ni siquiera había podido terminar lo que estaba estudiando aún.

Sólo una idea pasó por su cabeza, el trabajo más común entre todos los chicos de su edad:

Camarero.

La paga no era mala y además podría contar con propinas.

Si tenía suerte le alcanzaría para pagar las cuentas de su apartamento, comprar comida y ahorrar un poco para pagar su colegiatura.

Ser un adulto con gastos apestaba.

¿Cómo era que su madre siempre sacaba dinero para consentirlo?

Un completo misterio.

Entró sin dudarlo a la primera cafetería que encontró y se dirigió al mostrador.

—Quiero trabajar aquí— Corto y directo pero, ¿Qué esperaban? Nunca en su vida había ido a una entrevista de trabajo.

La chica que atendía el lugar se quedó pasmada por unos segundos para luego ir a buscar al dueño, diciendo con una amable voz: «Espere aquí un momento, por favor».

Apareció de nuevo luego de unos minutos con un hombre alto, este lo analizaba con la mirada para luego sonreír.

Al estar frente a él, el mayor lo tomó de los hombros viendo fijamente sus ojos.

—Sí, definitivamente sí, él debe trabajar aquí, necesitamos personas apuestas y atraer a los clientes, al parecer Jennie ya no es suficiente— La chica a su lado le dio un leve manotazo sorprendiendo a Kai.

¿No tenía miedo de ser despedida?

—Señor Seungyoon, no hable así de las personas— Habló enojada, para luego ver a Kai y sonreír. —Parece que el señor Seungyoon te quiere aquí, así que no hay mucho que decir, es más testarudo que una mula cuando se le mete algo en la cabeza. Comienzas el lunes, aprovecha tu fin de semana para descansar porque créeme, luego no podrás— Asintió con la cabeza para ver cómo Jennie y su nuevo jefe se iban discutiendo y empujándose unos a otros.

Qué personas tan extrañas.

Se encogió de hombros y le restó importancia, fue más fácil de lo que creyó, por lo menos podía agradecerle de algo a su madre.

Gracias por darle un rostro tan hermoso.

Salió de la cafetería viendo la hora, aún faltaba algo de tiempo para que Taehyun terminara sus clases, tal vez debía ir a su apartamento y esperarlo allí, no tenía nada más que hacer.

𝐂𝐎𝐋𝐃 [𝐓𝐘𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora