S E P A R E C E A T I

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El camino al parque fue corto, la pequeña Yuna iba colgada de la mano derecha de Taehyun, impidiendo cualquier tipo de acercamiento entre él y el otro chico.

HueningKai apretó sus labios en una línea, había sido su idea el cuidar a la niña, pero no contaba con que esta acapararía por completo la atención de su novio y lo harían a un lado.

Tomó algo de distancia de ellos, quedándose algo atrás, analizando la situación. Sus labios se curvaron en una sonrisa al notar cómo Taehyun se detenía y volteaba a verlo.

—¿Qué ocurre? Ya casi llegamos— Con un movimiento de su mano, el mayor le indicó a HueningKai que se acercara a ellos.

Dio unos pasos en su dirección, tratando de llegar al costado de su novio y pasar por fin algo de tiempo a su lado.

—¡Tae-oppa, apresúrate! Puedo ver el parque desde aquí— La niña aún tomada de la mano de Taehyun comenzó a correr, arrastrando al chico con ella.

Kai cruzó sus brazos y dio una patada al suelo, con un pronunciado puchero haciéndose presente en sus labios. Creía que sería una aliada, pero ahora le parecía más una enemiga.

Arrastrando sus pies ingresó al lugar, buscando con la mirada el rostro de su novio. No tardó mucho en hacerlo, pues este se encontraba sentado en una banca al lado de la zona de juegos.

—¿A dónde fue Yuna?— Cuestionó sorprendido al no verla a su lado.

—Fue a jugar, no sabía que le gustaba tanto este lugar— Respondió con serenidad, HueningKai asintió antes de sentarse a su lado, manteniendo una reducida distancia.

—¡Mira, oppa, este tobogán es muy alto!— Sus miradas se dirigieron a la pequeña Yuna, que estaba en la cima de un gran tobogán y se lanzó por este con emoción, su madre casi nunca tenía tiempo de llevarla a lugares así.

Se mantuvieron unos minutos en silencio, sólo observando a la menor correr de un lado a otro, subiendo y bajando de cada juego que encontraba.

—Ella me recuerda a ti— Soltó Taehyun, Kai salió de su ensoñación siendo consciente de las palabras del contrario, una mueca de desagrado decorando sus facciones.

—¿Por qué dices eso?— Sus brazos se cruzaron y su vista volvió a la niña, que caminaba a paso lento en dirección a los columpios, donde otra niña estaba sentada, permaneciendo quieta.

—Es alegre, un poco gruñona, le gusta la atención, hace berrinche cuando las cosas no salen como quiere, es muy efusiva; prácticamente eres tú en miniatura— Terminó de decir.

—Eso no es cierto, yo no soy así— Su ceño se frunció y Taehyun a su lado acarició suavemente su cabello.

—Pues dile a tu cara, porque creo que ella no se enteró— Creyó que con eso HueningKai volvería a la normalidad, pero sólo pronunció aún más el puchero en su labios.

Casi por impulso, se inclinó hacia su novio y dejó un pequeño beso en sus abultados labios, sonriendo al observar cómo las orejas del menor se teñían de un fuerte rojo al igual que sus mejillas.

—Pues entonces creo que ella se parece a ti— Dijo esta vez señalando a la niña de cabello corto con la que Yuna trataba de entablar una conversación.

Taehyun la analizó con la mirada, la niña permanecía seria, sin moverse y parecía ignorar a toda costa a Yuna, ya que, cuando esta le hablaba, se quedaba callada y desviaba la vista.

—Creo que sí— Respondió ausente, perdido en observar cómo las niñas socializaban, se distrajo en observar su celular, cayendo en cuenta de que por la hora, ya debían volver, ni siquiera había notado cuándo las horas habían pasado tan rápido. —Debemos ir a casa.

—Iré por Yuna— HueningKai se levantó de la banca caminando hacia la menor, que seguía tratando de llamar la atención de la otra pequeña.

Taehyun los vio intercambiar unas cuantas palabras antes de que Yuna fuera hacia él con los brazos cruzados y una expresión de disgusto.

—¿Por qué tenemos que irnos? Quiero seguir hablando con Ryujin— Su ceño fruncido le daba un toque algo cómico a su rostro, Taehyun avanzó hacia ella estrechándola entre sus brazos y luego levantándola.

—Podemos volver otro día, por ahora tenemos que ir a casa, si no tu madre se preocupará y no queremos eso— Explicó con calma, la niña relajó sus facciones y pasó sus brazos por los lados del cuello de Taehyun, reposando su cabeza en uno de los hombros de este.

Dando el tema por finalizado comenzaron a caminar, Taehyun mantenía a Yuna en sus brazos, no pesaba demasiado y podía notar que estaba agotada por jugar tanto.

No tardó nada en dormirse, el camino a su casa era corto, pero el cansancio pudo más con ella. El silencio envolvió a ambos chicos causando extrañeza en el más bajo de ellos.

Observó de reojo a su novio, viéndolo avanzar algo tenso y enfurruñado, parecía un niñito regañado caminando pasos más atrás de él.

—¿Ocurre algo?— Preguntó, HueningKai desvió su vista hacia otro lado mordiendo su labio, debatiéndose entre decir lo que lo inquietaba o no.

—Es que a mí nunca me tratas así— Taehyun tardó un poco en captar el sentido de sus palabras, pero cuando lo hizo dejó salir una suave risa.

—No puedes estar celoso de una niña, peor aún, no puedes sentir celos de mi casi hermanita— HueningKai sintió su rostro calentarse, se sentía avergonzado.

—Mejor sigamos— Habló entre dientes, la casa ya era visible para ambos, sólo unos pocos metros más y llegarían.

Yuna se removió entre sus brazos acomodándose en otra posición, Taehyun la sintió apretarse a su cuerpo. Era diferente, diferente a Kai, diferente a Beomgyu, diferente a su padre; tal vez, tener una hermanita no sería algo malo.

𝐂𝐎𝐋𝐃 [𝐓𝐘𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora