H U E N I N G K A I

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Ser HueningKai era más difícil de lo que cualquiera podría imaginar.

Desde siempre su madre lo había sobreprotegido y no podía valerse por su cuenta.

Cuando era niño le costaba encajar por su personalidad directa y extrovertida, al notar aquello su madre le había dicho todo lo que necesitaba para ganarse el amor de alguien.

Que si no quería sufrir debía ser lo que los demás quisieran que fuera.

Kai tenía unos kilitos de más, su madre lo hizo hacer dietas para que su cuerpo mejorara y así no lo molestarían diciéndole apodos hirientes por su evidente sobrepeso.

La personalidad directa de Kai era un problema, ¿Por qué? Pues porque a nadie le agrada oír la verdad hoy en día, él debía aprender a endulzar cada una de sus palabras para agradar a los demás.

Los chicos decían que acercarse a él era difícil pues no sonreía a menudo, pasó horas frente al espejo practicando su mejor sonrisa para ponerla en su rostro durante el tiempo necesario.

Aunque sus mejillas dolieran, aunque se enojara, aunque pasara hambre y muriera por probar algo nuevo, él no lo haría, porque no quería ser apartado.

Era popular y no le molestaba serlo, tenía muchos amigos y nunca parecía estar solo.

Pero todo para él había cambiado el día en que lo conoció a él.

Era diferente a los demás.

No se esforzaba por encajar en un ambiente roto, prefería estar alejado de todos para no salir herido.

En un inicio lo había visto como algo raro, pero mientras más tiempo fue pasando a su lado, notó que el extraño era él.

Observar a Taehyun lo hizo descubrir un nuevo mundo.

Él no lo juzgaba por comer dulces altos en azúcares que harían crecer su cantidad de grasa en el cuerpo.

Nunca debía fingir una sonrisa frente a él, siempre podía expresarse con tanta naturalidad.

Le daba la confianza que necesitaba para hacer las cosas de la manera que creía correcta.

Jamás había conocido a alguien así y eso le aterraba.

No era un tonto aunque los demás así lo creyeran.

Supo desde el primer instante esa extraña atracción que sentía hacia su mayor, aquellos impulsos que lo llevaban a buscarlo a todas horas, enviarle toneladas de mensajes, invadir su espacio personal dándole abrazos, caricias y uno que otro beso.

Taehyun no reaccionaba de mala manera por lo que seguía adelante con sus demostraciones de afecto.

Pero, todo eso sólo conseguía aumentar su temor.

No quería salir dañado.

Su pobre corazón podría soportar cualquier cosa, menos un rechazo del inexpresivo chico al que quería.

«Amor» era una palabra fuerte.

Aún no se atrevía a usarla, más en un futuro estaba seguro que sería el término correcto para definir sus sentimientos.

Con Taehyun se sentía libre y haría lo posible por quedarse a su lado todo el tiempo posible, aún con la vaga excusa de ser un simple amigo.

𝐂𝐎𝐋𝐃 [𝐓𝐘𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora