𝐂𝐎𝐋𝐃 [𝐓𝐘𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆]

N E R V I O S

—¿Y qué se supone que debemos hacer?— Un Beomgyu aburrido veía cómo los dos menores daban vueltas y vueltas en la sala, ¿Qué acaso querían hacerle un agujero al piso? Si seguían así, era probable que lo lograran.

—¿Sólo ir? ¿Dejarlos plantados? ¿Cómo se supone que lo sepa? Es tu padre y tú decisión si aceptas su propuesta— HueningKai volteó alterado al escuchar tales palabras.

—Y mi suegro, no te olvides de esa parte, es muy importante— Agregó.

—Bien, y tu señor suegro. Sólo los invitaron a cenar, no es como si el mundo se acabara mañana— Kamal calló a su amigo con una petición silenciosa, señalando disimuladamente a su novio.

—Yo sé que lo he perdonado por todo, pero no sé si esté preparado para ver a su nueva familia. No quiero ver por lo que me reemplazó todo este tiempo, no quiero— Sus manos viajaron hacia sus ojos, haciendo presión en estos, tratando de evitar que se aguaran.

HueningKai permaneció quieto en su lugar, sin saber qué hacer, quiso detener a Beomgyu cuando este se puso de pie y caminó hacia Taehyun, acariciando suavemente su cabellera.

—Todo estará bien, Taehyun, si eso es a lo que temes es porque lo estás viendo por el lado negativo. Él no te reemplazó por ellas, sólo son más personas que te amarán cuando te conozcan y te apoyarán, como Kai y como yo. Si no te sientes preparado no vayas, está bien, puedes tomarte el tiempo que quieras, sólo no te presiones, todo lo que ocurra será porque tú lo decidiste así pensando en cómo te sientes, no en lo que pasará con los demás— El menor asintió y se arrojó a los brazos del más alto, en momentos así se sentía dependiente del contacto físico y la calidez que otorgaba.

—Gracias, Beom, gracias por ser mi amigo y estar para mí— Habló Taehyun ahogando su voz con el pecho del mayor quien soltó una suave risa.

—Gracias a ti por permitirme ser parte de tu vida, Taehyunnie— Kai sólo observaba la escena desde un lado con los brazos cruzados y un adorable puchero en los labios.

—Claro, claro, Beomgyu-hyung es el mejor, ¿Y yo qué? Yo también estoy para ti y no te veo diciendo cosas cursis para mí— Beomgyu y Taehyun se separaron al escuchar los reclamos de HueningKai, riendo por lo tierno que se veía haciendo tal berrinche.

Taehyun caminó a pasos pausados hacia su novio, acercando sus labios a su oído provocando que los nervios en el menor se dispararan.

—Es que a ti te digo otro tipo de cosas, amor— Con esa última frase se distanció, contemplando el rostro enrojecido de HueningKai, quien parecía incluso no estar respirando.

—Ugh, Taehyun, no te olvides de que sigo aquí— Dijo Beomgyu para luego rodar los ojos y simular una arcada.

Los tres rieron por eso, a Beomgyu en realidad le encantaba la relación que llevaban sus amigos, eran tan lindos y melosos el uno con el otro, le recordaban a cómo era él con su novio, sólo que él era otro caso.

❄️❄️❄️❄️❄️

—HueningKai, ya habíamos decidido que iríamos, no puedes retractarte ahora— Al estar ya frente a la enorme casa de su progenitor, Taehyun volteó hacia su novio quien parecía querer salir corriendo en cualquier momento.

—Lo siento, amor, sólo estoy muy nervioso— Habló pausadamente, tratando de que ninguna palabra saliera entrecortada, Taehyun lo vio con una ceja alzada antes de darle un pequeño golpe en la cabeza.

—Se supone que el nervioso debería ser yo, no tú, ahora si me permites, es hora— Sin otra palabra tomó la mano temblorosa del menor, uniéndola con la suya dándole un ligero apretón en señal de apoyo.

A pasos lentos se acercó a la entrada y tocó el timbre que estaba al lado de la puerta, tomando una fuerte respiración observó con detenimiento cuando la puerta fue abierta, dejando ver una cabellera castaña larga y cuidada.

—¡Mami, hay unos chicos afuera!— Gritó la pequeña hacia el interior de la casa, de inmediato se escucharon pasos apresurados y una mujer de mediana edad apareció.

—Yuna, ya te he dicho que no debes abrir la puerta— Reprendió a la menor, seguido de eso los vio a ambos con una cariñosa sonrisa. —Lo siento, chicos, pasen por aquí, Jonghyun nos espera en el comedor— Señaló.

—Claro, gracias— Después de una pequeña reverencia ambos chicos ingresaron al lugar, no perdiendo el tiempo en contemplar cada cosa que allí había. Bueno, ahora Kai comprendía cómo era que a Taehyun jamás le faltó nada.

Siguieron a la mujer bajo la atenta mirada de la niña, esta no apartaba la vista de sus manos unidas mientras hacía graciosas muecas.

—Jonghyun, los chicos ya están aquí.