—Prueba el pastel, es de chocolate con avellanas, una delicia si me preguntas —dijo Deméter susurrando lo último, mientras le guiñaba el ojo a su hija.
Era la fiesta de cumpleaños de Perséfone, donde los únicos invitados fueron: Despena, Arion, obviamente Perséfone y Deméter, quien fue la que organizó todo eso.
Era pequeño pero muy lindo, con unas mesas de decoración, papelitos de colores, confites, luces en el cielo y ellos con gorritos de fiesta.
—Gracias mamá, pero no debiste esforzarte por ello, enserio, no debías de hacer —dijo la de cabellos anaranjados, riendo nerviosa.
—Puff para nada —hizo el sonido con su boca—. No te preocupes cariño, no me molesta haber hecho esto para ti, más bien, encantada de hacerlo, mi pequeña princesa —le dió un beso en la frente y rió divertida.
La reina del inframundo, se sentía extraña en esa fiesta.
No era la primera, Deméter siempre le organizaba una cada cumpleaños, solo que siempre fue algo... Solitario.
Nunca invitaba a otros dioses, ni ninfas u sátiros, lo cual hacía del ambiente, algo aburrido.
Hubiera sido lindo, cumplir años y ver a su esposo en su fiesta junto a ella, por lo menos una tan sola vez, ya que, nunca pasaría eso, solo en sus sueños pasará probablemente.
—Yo quiero un trozo de pastel— dijo la misteriosa Despena, sentada al lado de su hermana.
Arion se mantenía corriendo por otras partes, ignorando la fiesta.
—Claro, solo cálmate un poco ¿sí?— contesto la diosa primaveral con aburrimiento.
—¿No estás emocionada por tu fiesta?— preguntó Despena, aunque en su interior sabía la respuesta.
La reina cortaría 3 trozos del pastel y el resto se lo quedaría Deméter, pero antes de eso, debe hacer algo “muy importante” como lo es apagar las velitas de su pastel.
Cantando algo a la cumpleañera, encendieron una vela y le pusieron en frente, la torta a la diosa primaveral.
—Bueno cariño mío, es hora de que pienses en tu deseo de cumpleaños —Sonrió Deméter.
—Si, pero ten cuidado con lo que deseas ya que cosas extrañas podrían suceder —continuó Despena, tratando de hacer serio el momento, aunque Perséfone solo lo tomó como una estupidez y rodó los ojos, sin darle la mínima importancia.
—¡Wow! Que miedo —dijo la cumpleañera en un tono aburrido.
Pensó en algo que siempre ha querido experimentar era el no sentir preocupaciones por parte de su madre.
No la malinterpreten, ella quiere a su mamá, solo es que la diosa piel violeta está algo aburrida con la misma rutina de siempre.
Quería mejorar el resto del año, para hacer algo nuevo y renovador, por lo que su madre no debería ser prioridad.
Aparte, que estos últimos meses Deméter está más sobreprotectora que nunca, así que...
¿Podría funcionar un deseo de una velita de cumpleaños?
Ni siquiera lo sabía, pero valía la pena intentar ¿No?
Perséfone no se lo piensa mucho y sopla la vela del pastel, seguida de los aplausos de las dos espectadoras.
—Deseo que mi madre sea diferente en su trato, hasta que se termine este año —Pensó la cumpleañera.
—Bien, hora del pastel —comentan ambas diosas.
Perséfone, corta y prueba un poco, no era una sorpresa saber lo deliciosa que estaba. Deméter es una excelente cocinera.
Estaba en su mente de rebuscada, pensando en que fue absurdo lo que pidió como deseo o no.
Como sea, solo es una tontera, como pedirle un deseo a una cometa fugaz, simplemente no tiene lógica y eso no funciona nunca.
Ella rió en el solo pensar que su deseo de realizase, no puede creer lo tonta que es al pensar en eso, como si fuese un milagro.
Quizás debería dejar el tema hasta el siguiente día, cuando tuviese la mente menos llena de ideas estúpidas y más, cuando estaba en su “divertida fiesta de cumpleaños”.
Mañana será otro día más.
En fin, todo saldrá bien ¿No?
O ¿eso cree que pasará nuestra diosa protagonista?...
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𝕰𝖑 𝕯𝖊𝖘𝖊𝖔 𝖉𝖊 𝕮𝖚𝖒𝖕𝖑𝖊𝖆𝖓̃𝖔𝖘
أدب الهواة━𝙳𝚎𝚜𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝙳𝚎𝚖𝚎́𝚝𝚎𝚛 𝚢𝚊 𝚗𝚘 𝚜𝚎 𝚙𝚛𝚎𝚘𝚌𝚞𝚙𝚎 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚙𝚘𝚛 𝚖𝚒́... 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎𝚊 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚛𝚎𝚘𝚌𝚞𝚙𝚊𝚍𝚊 ━𝐏𝐞𝐧𝐬𝐨́ 𝐏𝐞𝐫𝐬𝐞́𝐟𝐨𝐧𝐞, 𝐬𝐨𝐩𝐥𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐚𝐬𝐭𝐞𝐥. 𝕾𝖎𝖓𝖔𝖕𝖘𝖎𝖘 𝖉...