Cuando la vida de Abighail, comienza a desmoronarse, su mejor escape es escribir cartas a completos desconocidos, no sabe a donde llegaran, ni quien las leerá.
En su mente solo esta la idea de que es lo mejor que puede hacer para sacar todo su dolo...
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Querido lector;
Si te llamare de esta forma, ya que poseo carencia total de cual será tu nombre real. Me imagino que eres la persona correcta para leer esta carta, por eso está ahora frente a ti.
Para ti, para él o la que está leyendo, tal vez te preguntas ¿Por qué me ha llegado esto? No tiene remitente y mi nombre no esta escrito en el, pero aun así has decido abrir el sobre y sacar su contenido, gracias, por tomarte el tiempo de hacerlo. Ahora déjame contarte como me siento. No se si describirlo en una carta sea lo correcto. Mas, ya no aguanto todo esto, los días pasan y la soledad aumenta.
Pero antes de embarcarte a un sinfín de palabras, de emociones, de vivencias, deja que me presente, tal vez sea la primera carta que leas de mí, quizás inclusive sea la última. No sabremos nunca si habrá más al porvenir. Aun así, esperemos que sí, a menos que decidas dejarme aquí y partir.
Mi nombre es Abighail, puedes decirme Abi, si es que en algún momento nos encontramos.
Aunque probablemente jamás lo hagamos.
Quizás esta carta sea demasiado intima. Quizás desnude mi alma en esta.
¿Alguna vez has sentido que no puedes respirar? Yo sí, lo siento cada día, cuando abro los ojos en la mañana, me siento como si estuviera vacía de emociones, busco aferrarme a lo primero que encuentro. A una razón para respirar, para existir y vivir. Mas bien sobrevivir.
Siento la oscuridad que se encarga de apoderarse de mi cuerpo, los pensamientos negativos vienen y van por todos los poros de mi piel, los pequeños átomos que me componen. Los pasos que doy por el suelo se sienten pesados, se sienten sobrecargados de dolor, de angustia.
La necesidad de sumergirme nuevamente en las sabanas me golpea. Dormir cinco minutos mas. Dormir para toda la eternidad.
¿Te has sentido alguna vez así? Espero que no, la verdad es que es una sensación que no quisiera que nadie tuviera que sentir.
Pero sabes que es lo peor. Saber que todo esto me lo provoco el desamor. Podía amar con tanta energía que tal vez sofocaba como los rayos del sol al mediodía. Si seguramente todo esto fue mi culpa.
Mas nunca imagine que tanto amor pudiera provocar tanta desolación, tanta soledad.
Nunca imagine que amar pudiera hacerme caer tan bajo, hundirme en mis cimientos, sumergirme en el abismo mas negro, profundo, eterno.
Comencé a escribir esta carta, porque necesito deshacerme de todas esas emociones. Desgarran el alma, desgarran el corazón.
Comencé a escribir para olvidar.
Querido lector, perdóname si te he hecho pensar en algo triste o te he provocado dolor, juro que no era mi intención.
Es solo que estoy tan sola con toda esta carga y mi corazón no puede más. Mi corazón necesita que alguien lo escuche. Lo siento, por obligarte a oírme y gracias por tomarte el tiempo de hacerlo. Aunque en teoría, solo me has leído.
Te dejo hasta aquí, prometo que, si encuentras una carta mas de mí, no será tan mala como esta, espero mejorar. Espero dejar de sentirme vacía al despertar.
