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El profesor hablaba casien un susurro, pero se le entendía todo. Como la profesora McGonagall, Snapetenía el don de mantener a la clase en silencio, sin ningún esfuerzo —Aquíhabrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de vosotros dudaréisque esto sea magia. No espero que lleguéis a entender la belleza de un calderohirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de loslíquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañándolossentidos... Puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hastadetener la muerte... sí sois algo más que los alcornoques a los quehabitualmente tengo que enseñar— dice el profesor y más silencio siguió a aquelpequeño discurso. Hermione Granger esta sentada en el borde de la silla,y parece desesperada por empezar a demostrar que ella no es un alcornoque. — ¡Potter!— le dice de pronto Snape —¿Qué obtendrési añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo? — hasta yo quelei y re lei el libro de posiones me la pensé mas de dos veces Harry mira dereojo a Ron, que parece tan desconcertado como él. La mano de Hermione se agitaen el aire. —No lo sé, señor — le contesta Harry. Los labios de Snape se curvanen un gesto burlón. —Bah, bah... es evidente que la fama no lo es todo. —Obviamente no hace caso de la mano de Hermione. —Vamos a intentarlo con alguienmás Black ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar? — pregunta el profesor y cuando voy a responder—Potter ayúdale a tu compañera — dice el profesor y lo miro mal —No lo sé, señor.— le responde Harry y me dan ganas de darle un buen sape —Parece que no hasabierto ni un libro antes de venir. ¿No es así, Potter? — dice el profesor y lomiro mal eso es bastante grosero y de pilón que Snape seguía haciendo casoomiso de la mano temblorosa de Hermione. — ¿Cuál es la diferencia, Potter;entre acónito y luparia? —Ante eso, Hermione se puso de pie, con el brazoextendido hacia el techo de la mazmorra. —No lo sé — dijo Harry con calma denuevo —Pero creo que Hermione lo sabe. ¿Por qué no se lo pregunta a ella? o a Blackella si sabía bien la respuesta — dice Harry y unos pocos rieron. Snape, sinembargo, no estaba complacido. —Siéntate, Para tu información, Potter; asfódeloy ajenjo producen una opción para dormir tan poderosa que es conocida comoFiltro de Muertos en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de unacabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que serefiere a acónito y luparia, es la misma planta. Bueno, ¿por qué no lo estáisapuntando todo? — dice el profesor de mala gana y se produjo un súbitomovimiento de plumas y pergaminos. Por encima del ruido, Snape dijo: —Y se lerestará un punto a la casa Gryffindor por tu descaro, Potter. — desde que dijoeso el profesor las cosas no mejoraron para los Gryffindor a medida quecontinuaba la clase de Pociones. Snape nos puso en parejas, para que mezcláramosuna opción sencilla para curar forúnculos. Se paseó con su larga capa negra,observando cómo pesábamos ortiga seca o aplastaban colmillos de serpiente,criticando a todo el mundo salvo a Malfoy, que parecía gustarle. En el precisomomento en que les estaba diciendo a todos que miraran la perfección con queMalfoy había cocinado a fuego lento los pedazos de cuernos, multitud de nubesde un ácido humo verde y un fuerte silbido llenaron la mazmorra. De algunaforma, Neville se las había ingeniado para convertir el caldero de Seamus en unen grupo hirviente que se derramaba sobre el suelo, quemando y haciendoagujeros en los zapatos de todos. Ensegundos, toda la clase estaba subida a sus taburetes, mientras que Neville,que se había empapado en la poción al volcarse sobre el caldero, gemía dedolor; por sus brazos y piernas aparecían pústulas rojas. —¡Chico idiota! — dijoSnape con enfado, haciendo desaparecer la poción con un movimiento de suvarita- —Supongo que añadiste las púas de erizo antes de sacar el caldero delfuego, ¿no? — le dijo el profesor groseramente mientras Neville lloriqueaba,mientras las pústulas comenzaban a aparecer en su nariz. —Llévelo a la enfermería—ordenó Snape a Seamus. Luego se acercó a Harry y a mí, que habíamos estadotrabajando cerca de Neville. —Tu, Harry Potter. ¿Por qué no le dijiste que nopusiera las púas? Pensaste que si se equivocaba quedarías bien, ¿no es cierto? —dijo Snape mirando a Harry — O a ti se tehizo chistoso no Black — me quedo con la boca medio abierta como se me haríachistoso algo a si —Éste son otros puntos que pierden para Gryffindor. — aquelloera tan injusto abrimos la boca para discutir, pero Ron nos dio una patada pordebajo del caldero. —No lo provoquen — murmuró cuando el profesor se nos alejó...—He oído decir que Snape puede ser muy desagradable. — nos dice Ron una horamás tarde, cuando subíamos por la escalera para salir de las mazmorras —¿Porqué creyó que eso se me haría chistoso? pobre Neville— dijo enojada y preocupadapor Neville, Habíamos perdido cuatro puntos para Gryffindor en nuestra primerasemana... ¿Por qué Snape nos odiaba tanto? No lo entendemos —Anímense, Snapesiempre le quitaba puntos a Fred y a George. — nos dice Ron y le doy unasonrisa de medio lado ya que me imagine lo que harían los gemelos para que lesquiten puntos —Amm... Misol ¿quieres ir a ver a Hagrid con nosotros? — me preguntaHarry y asiento. Salimos del castillo cinco minutos antes de las tres ycruzamos los terrenos que nos rodeaban. Hagrid vive en una pequeña casa demadera, en el borde del bosque prohibido. Una ballesta y un par de botas degoma están al lado de la puerta delantera. Cuando Harry llamó a la puerta, oímosunos frenéticos rasguños y varios ladridos. —Atrás, Fang, atrás — la puerta se abre—Entrad, Atrás, Fang — Hagrid nos dejó entrar, tirando del collar de un imponenteperro negro muy lindo. Hay una sola estancia. Del techo cuelgan jamones yfaisanes, una cazuela de cobre hervía en el fuego y en un rincón había una camaenorme con una manta hecha de remiendos. —Estáis en vuestra casa— dijo Hagrid,soltando a Fang, que empezó acariciarlo y al igual que Hagrid, Fang es evidentementemucho menos feroz de lo que parece —Éste es Ron y a Misol ya la conoces— dijoHarry a Hagrid, que está volcando el agua hirviendo en una gran tetera ysirviendo pedazos de pastel. —Otro Weasley, ¿verdad? — le pregunta a Ronmirando de reojo las pecas —. Me he pasado la mitad de mi vida ahuyentando atus hermanos gemelos del bosque. — dice Hagrid a Ron y sonrió, el pastel casinos rompió los dientes, pero fingimos que nos gustaba, mientras le contábamos aHagrid todo lo referente a las primeras clases. 

Misol Black (La Piedra Filosofal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora