Ángel 21

Capítulo 4 "Colapso desgarrador"

-Realmente yo no me siento así, él no me atrae, solo es algo que él me hizo pensar-, era la frase que más repetía durante el día, me trataba de autoconvencer de absolutamente todo lo que le estaba pasando a mi cuerpo.
Volvieron a pasar días en los que no sabía absolutamente nada de él, no tenía red social por la que pudiera ver si estaba conectado, ni siquiera el típico "en línea" de whatsapp.
Esos días me los tomé para analizar su comportamiento en las conversaciones anteriores que habíamos tenido. Mes por mes, día por día,  tomé una libreta y escribía su forma de ser en cada conversación, tenía que saber quién era esa persona que producía cortes circuitos en mi cuerpo.

Lo conocía de la escuela, no recuerdo que edad tenía cuando lo vi por primera vez, en realidad hablamos muy poco en persona, yo lo veía como tímido o simplemente alguien de pocas palabras, no sabía que detrás de esa timidez se escondía una persona tan misteriosa.

Cuando releí nuestras primeras conversaciones me di cuenta que era muy observador, seguro, que analizaba a las personas, meditaba todo lo que hacía, aunque en ocasiones actuaba por instinto.
Revisando bien todo me percaté que un día me envió un mensaje y lo borró antes de que pudiera leerlo, en ese momento me molestó muchísimo esa acción, pero después no le dí mucha importancia, quizás se había equivocado de chat, suele pasar.
Recuerdo que para ayudarlo en temas de actitud y personalidad le dije una vez algo sobre "la ley del espejo", que no es más que lo que ves en otras personas es un reflejo real de lo que tienes dentro de ti mismo. Es decir, si ves cosas negativas en alguien, lo que estás observando es un reflejo de lo albergado en ti y sobre el número 21, el cual está asociado a la libertad y la creatividad.

Esos temas le encantaban al igual que a mí, pero, en que momento pasamos de algo así a yo sentir que tiene el poder de controlar mi mente. Muchas veces intenté olvidar todo, pero justo cuando sentía que lo estaba logrando, llegaba un mensaje suyo.
-buenas, cómo estás?, ya te di el tiempo que necesitabas para saber que te estaba sucediendo conmigo, no trates de buscar explicación, acepta lo que te pasa, hoy te vi, y estabas muy linda, me dieron ganas de darte un beso, pero no sabía cuál fuera tu reacción, de hecho, si sabía, lo quieres más que yo- me dijo todo eso con la mayor tranquilidad del mundo y resulta que era exactamente lo que quería hacer. Pasé de querer olvidarlo a tener unas desesperantes ganas de darle un beso.