"A pesar de todo me sentí feliz de verlo".
Dicho pensamiento era el que más predominaba en la mente del demonio de ojos rojos como la sangre. Jimin seguía siendo tan bonito como lo recordaba y obviamente seguía manteniendo ese carácter tan particular.
En definitiva, la potestad adoraba poner las cosas difíciles entre ellos.
Una parte de Yoongi estaba aparentemente convencida de superar al rubio debido a que en esa época de sus vidas no tuvieron mucho contacto. Sin embargo, aquel tiempo fue el justo y necesario para que se diera cuenta de que su menor era muy especial.
Y cuando el mayor creyó que tendría una oportunidad, Jimin se puso de lado de su amigo Seokjin cuando todo se salió de control. Trazando un límite entre los dos, que tontamente Yoongi aceptó sin más.
Pero, aun así, el demonio quería aferrarse a la idea de que este reencuentro era por el mismísimo destino que estaba haciendo una de sus muchas intervenciones divinas en la vida de los seres que habitaban este vasto universo.
Para que lo hicieran bien esta vez, volviéndose a ver para comenzar desde cero. Como siempre estuvo destino a suceder.
—Tal vez no debería enojarme tanto con ese mocoso—murmuró para sí mismo cuando entró a su habitación luego de su largo viaje desde la tierra al inframundo—. A fin de cuentas, por su causa es que tuve esta oportunidad.
Se acomodó boca arriba sobre su cama y su mirada no tardó en perderse en el techo.
—Tan solo espero que esta vez no sea tan cabeza dura como para hacerse el ciego.
Puso sus brazos detrás de su cabeza a modo de soporte y siguió conversando con su propia persona hasta que el sueño se apoderara de él.
—Ya no importa que fue lo que sucedió esa vez. Lo único que deseo es conseguir una oportunidad para lo que comenzaba a crecer en nuestras almas.
Una sonrisa genuina se posó en sus finos labios. La idea le gustaba más de lo que pudiera decir en voz alta.
El joven de ojos gatunos confiaba en que podían ser lo suficientemente maduros como para dejar de lado sus bandos si auténticamente les importaban los sentimientos que tenía por el otro.
—Podemos ser como ellas... Solo no sueltes mi mano esta vez.
Rogó en silencio cuando sus parpados cedieron al cansancio.
Por esta ocasión lo único que tenía de su lado era la fe; en ellos y en esa hermosa emoción que brotaba en su corazón cada que veía al rubio.
Aquel que lo hacía sentir vivo y feliz como nunca antes.
Por otro lado, Jimin quien también estado en sus aposentos, no podía dejar de moverse de un lado al otro. Completamente contrariado por las emociones que invadieron su ser al estar en compañía de aquel sarcástico demonio.
—Mentiría si dijera que no me emocionó volverlo a ver por más que traté de disimular—aceptó sin poder contenerse en voz alta y clara—. Aunque bueno, eso sería un sacrilegio—bromeó para quitarle tensión al asunto—. Pero eso no es lo importante ahora.
La potestad se regañó viéndose frente al espejo, como si de esa forma estuviera conversando con alguien más. Cualquiera pensaría que ya no estaba en sus cincos sentidos, pero para ser sincero disfrutaba de aquello. Y no tenía de que preocuparse al tener el cerrojo puesto.
—Sobreviví sin pensar en él por todos estos siglos, puedo seguir haciéndolo—se animó con una pequeña sonrisa—. Guardar lo que siento no es tarea difícil, menos si me ayuda el hecho de que estamos en bandos distintos.
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Nyctophilia; JJK & KTH
Random˗ˏˋSí caía de cabeza por ese enigmático joven o le arrancaban las alas por su irracionalidad, al menos tendría constancia de que lo haría porque quiso, ya que prefería sufrir, antes de vivir con arrepentimientos.'ˎ˗ Jungkook es un ángel muy particul...