Taehyung estaba muy nervioso. Literalmente no había podido pegar ojo en toda la noche. El miedo de ser el único en querer dejarlo todo por amor lo estaba consumiendo. No obstante, se reconfortaba así mismo al concentrarse en los bonitos recuerdos que hizo a lado de Jungkook. Y en esos bonitos ojos cielo que le observaban de esa forma tan especial.
A cada minuto que pasaba se repetía que no sería negativo, pues lo que tenían no podía describirlo de otra forma que no fuera verdadero. Porque de no ser el caso, ¿cómo explicaría que su corazón muerto volviera a latir con tanta fuerza desde que conoció al castaño?
Era cierto que sus primeras intenciones no fueron las mejores, pero desde que Jungkook le dio paso libre a que Taehyung pudiera mostrarse tal y como era, con la solo presencia del ángel se completó ese algo que su alma necesitaba pero que nunca creyó que fuera importante en su vida.
El poder sentirse amado. El tener unos brazos en los que podía refugiarse y sobre todo olvidarse de la soledad que lo acompañó desde sus inicios.
Y sí, el demonio también había cometido errores como cualquier otro ser, pero confiaba en esta esta oportunidad que la vida le estaba dando. La tomaría sin dudar y jamás se le cruzaría el tonto pensamiento de desperdiciarla.
Lo que más deseaba era hacer feliz a su ser de luz por toda la eternidad. Así podría redimirse de sus pecados.
No sonaba un mal plan, al contrario, le encantaba la idea.
Harían muchas cosas juntos a partir de ahora y eso sería lo que más atesoraría en lo más profundo de su alma.
Así sería porque Taehyung jamás faltaba a sus promesas.
Yoongi observó cómo su menor se marchaba de su lúgubre hogar, lo despidió con un ademán y luego se dejó llevar por sus propios pensamientos. El demonio estaba muerto de los nervios al igual que Taehyung, pero no por lo que este tenía que hacer, sino porque la parte que le tocaba no la consideraba para nada bonita.
Lastimosamente él debía ser el encargado de contarle a Namjoon sobre la buena nueva, por lo que esperaba no terminar quemado ya que puede que el general del inframundo no controle su enojo y Yoongi termine pagando las consecuencias.
"Ah, lo que hago por este mocoso".
Ojalá al menos le fuera bien.
Por otra parte, el arcángel que iba saliendo de su oficina, sin querer fue uno de los espectadores de la salida de Jungkook del palacio celestial.
¿Qué rayos le sucedía?
Giró su rostro y se encontró a un Jimin que le miraba con una cara difícil de leer. No obstante, lo dejó pasar.
—Kook salió hecho una bala de aquí, ¿acaso tenía algo que hacer? —interrogó y Jimin rápidamente negó con la cabeza.
—¡No, como crees! —exclamó sin poder evitarlo, pero al ver la ceja alzada de su mayor, carraspeó y continúo tratando de arreglar su error—. Pura imaginación tuya, hyung. Solo le gusta salir al mundo humano después de muchas tareas aquí en el paraíso.
—Sí tú lo dices... —le restó importancia, relajando su semblante—. Espero que no se le haga costumbre y mejor se aburra de hacerlo. En serio no quiero que se encuentre con algunos de esos indeseables.
—Claro. Ojalá que no encuentre con ningún demonio que pueda robar su corazón.
Seokjin le analizó confundido.
"Tonto Jimin, tonto".
Se regañó mentalmente.
—¿Su corazón? Eso es lo que menos querrán, porque no les sirve, su alma querrás decir—le corrigió y Jimin rio con cierto toque de ansiedad.
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Nyctophilia; JJK & KTH
Random˗ˏˋSí caía de cabeza por ese enigmático joven o le arrancaban las alas por su irracionalidad, al menos tendría constancia de que lo haría porque quiso, ya que prefería sufrir, antes de vivir con arrepentimientos.'ˎ˗ Jungkook es un ángel muy particul...