꧁ Chapter 12 ꧂

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Cuando Yoongi llegó al inframundo, lo primero en lo que se fijó fue que Namjoon seguía despierto, pues la luz en su despacho lo delataba. Se preguntó mentalmente ¿qué podría salir mal?, y aunque inmediatamente tuvo la respuesta de "muchas cosas la verdad", comprendió que sí o sí debía hacer esto.

No había vuelta atrás, era su amigo y no creía que el general de los demonios fuera capaz de arrancarle las alas o algo por el estilo. Porque a fin de cuentas solo era un informante.

Si quería asegurarse de que los menores tendrían su final feliz, debía entrar a esa habitación, escupir todo lo que sabía y enfrentar esa mirada pesada para luego salir por las mismas.

Nada difícil, ¿no es así?

—El que no lucha no sobrevive dicen—susurró—. Ay... Soy un dramático—tomó el puente de su nariz y lo masajeó por unos segundos—. Cualquiera que me escucharía creería que estoy a punto de darle un anuncio de guerra celestial...

"Eso te pasa por estar de calenturiento con ese pequeño encantador que terminó por fundirte el cerebro, además de dejarte con un problema en los pantalones". 

Su conciencia lo regañó y dejó ir el aire retenido por la nariz. 

"Ojalá algún día pueda cobrárselas, pero justo ahora lo que más me interesa es ir paso a paso, confiando en que dejará de ser un necio, terco y desconfiado. Pidan por mí". 

Sin titubear más, Yoongi ingresó a la habitación donde Namjoon se encontraba. Después de darle su merecida explicación, el joven de piel pálida se impactó al ver como su general se quedaba en completo silencio. Pues no parecía tener la mínima intención de decirle nada.

Y como si Namjoon le leyera la mente, dijo—. ¿Qué quería que te dijera?

—Mmm... No sé, ¿algo?

—Algo.

—Muy gracioso Joon—musitó con sarcasmo—. Es bueno saber que conservas tu humor.

—¿Qué te puedo decir?

—No sé, pero todo menos quedarte callado porque lastimosamente a ti no puedo leerle la mente—respondió con obviedad, rodando los ojos.

—Ya está, lo más seguro es que esto tenía que pasar. Así lo quiso el destino, un orden superior a todas las cosas que nos rodean y yo no me seré el entrometido, porque a fin de cuentas también es decisión del pequeño travieso.

—Ya...

¿De verdad Namjoon estaba de acuerdo?

Era impactante.

—Sí, es más. Yo le ayudaré con los preparativos para que puedan llevar a cabo la ceremonia lo más pronto posible.

—Bueno...

—Gracias por avisarme con anticipación. Es algo que no es fácil de organizar—puntualizó con seriedad.

—Claro Nam, no hay problema.

—Puedes retirarte.

El joven de ojos rojos asintió y acató la orden de su amigo. En silencio se dirigió a sus aposentos, todavía consternado por lo vivido. Cuando se sentó al borde de su cama, simplemente su boca no pudo evitar moverse sola.

—Esa no me la esperaba para nada. Pero supongo que está bien, ¿no? —le cuestionó a su reflejo en el espejo—. Así que trabajo cumplido.

Esbozó una pequeña sonrisa y se dejó caer sobre la suave superficie.

—Y yo que pensé que me iba a mandar el carajo porque cuando se queda hasta tarde significa que no ha podido dormir nada. Lo que lo vuelve muy irascible, ya que nadie está de humor luego de no aprovechar sus horas de sueño—bromeó, acomodándose de lado antes de cerrar sus párpados.

Nyctophilia; JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora