Pequeño Conde

🔥Secuestro💦

No es un secreto que la mansión Phantomhive siempre es atacado por individuos de poder de venganza al querer la cabeza del niño. Desde que fue secuestrado por primera vez  por esas personas de baja clase para él, siempre contó con Sebastián.

Nunca dudo, nunca tuvo temor, siempre confiaría en su mayordomo demonio para que viniera a rescatarlo otra vez.

Como está pasando en este instante, el joven conde estaba esposado de las muñecas en una especie de mazmorra, el niño miraba a su alrededor la habitación en primera estaba sucia, apestaba como el infierno y en segundo hacia demasiado frío.

No era de extrañar Ciel calculaba que ya pasada de las doce de la noche, cuando fue secuestrado eran las nueve en la fiesta de un noble, fue tomado entre la multitud y quedó inconsciente después de inyectarle algo en su cuello.

Lo último que recuerda Ciel intentar a llamar a Sebastián antes que la oscuridad lo tragara, despertó en este lugar oscuro y frío. Unos hombres vinieron por él para ver cómo estaba.

- vaya si el pequeñín se despertó de la siesta - dice con burla uno de los secuestradores - te preguntarás del por estás aquí y...

- es obvio que esto es por venganza no? - interrumpe el conde al tipo, lo reconoce metió a la cárcel a su hermano un mercenario del bajo mundo una vez y Sebastián acabo con la mayoría de la pandilla de ese tipo.

- eres un niño muy listo - dice el hombre - por tu culpa el negocio de mi hermano y el mío a caído sabes?

- y eso que? No es mi problema - voltea los ojos suspirando - tu hermano fue el que cometió el error al intentar asesinar  al Conde Erick bajo mi custodia, además el tema de la venganza no es muy cliché de su parte?

El hombre lo toma del cuello de su camisa y lo levanta del suelo acercando su rostro hacia Ciel.

- mira pequeña mierda lista, espero que tu cabeza valga algo o no dudaré de hacerla explotar como una sandía!

- y tú qué sabes cuánto valgo?

- eso ya lo veremos, espero una gran recompensa por tí.

- por parte de quién? Al parecer no estás tan informado de la familia Phantomhive.

- eso ya lo sé maldito huérfano, pero se  que la propia reina te ama como si fuera suyo, veremos cuánto me da por recuperar a su cachorro.

- pierdes tu tiempo en algo así, la relación entre la reina y yo solo es de servicio y negocio.

- eso ya lo veremos.

Ciel le repugna este hombre, quiere vomitar del mal aliento del tipo,  el niño le escupe en la cara y el hombre no duda en golpearlo a puño cerrado, Ciel puede sentir el dolor en su mejilla derecha pero lo aguanta no de dejara verse débil delante de este asqueroso.

El hombre lo suelta dejando que el cuerpo del niño caiga en un sonido sordo para luego irse otra vez y cerrar la puerta.

Ciel escucha los pasos alejarse, y suspira con cansancio, estos imbéciles ¿Cuando entenderán que su cabeza no vale de esa manera para involucrar a la reina?. Se encoje de hombros y se queda en el mismo lugar en el suelo la caída no le afecto tanto por lo acolchado que estaba su trasero, se toca su mejilla herida.

- ay! - se queja haciendo un puchero, por suerte nadie lo vería o escucharía- esos tipos fueron malos...- dice con molestia , está frustrado y cansado, quería llevarse el pulgar a la boca pero sus manos están sucias y le da asco hacerlo así.

Por el momento esperara por Sebastián, el siempre vendrá.

- Sebastián, ven a mi ahora es una orden.
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El demonio vestido de mayordomo está cerca, su contrato hormiguea, el joven amo le dio una orden y no piensa desfraudarlo, además ya está muy pasada de la noche y tendrá que modificar la agenda del niño... otra vez.

- yes my Lord. - dice Sebastián llegando al sitio donde está su joven amo - los secuestradores de hoy en día no son muy creativos que digamos - dice entrando a la deteriorada mansión - una mansión abandonada con posible mazmorra personal tan cliché.

Un disparo detona y Sebastián lo esquiva con gracia y elegancia la lluvia de balas que vienen hacia él.

- la típica emboscada, la misma pelea tks...! Que molestia - dice para luego enfrentarse a cada uno de ellos.

Los gritos de dolor, el grito de los hombres y el sonido de los cuerpos cayendo en cualquier ángulo fue lo único que se escuchó en esa mansión. Solo dos quedaron en pie, el que inició el plan y el rescatistas.

Ambos se enfrentan uno a uno, aunque ya sabemos quién va a ganar, el demonio decidió jugar un poco con él.

- sabes? Ya es muy pasada de la media noche y el joven amo Ciel no a dormido nada - dice Sebastián tranquilo como si fuera una conversación normal, le sonreí al secuestrador enviándole un escalofrío. - sabes lo que acabas de hacer?

- n-no te muevas! - dice el hombre aterrado apuntando su arma a Sebastián quién avanza una pasó - dije quieto maldición!! - el retrocede igual.

- no? Bueno, te explico - sigue caminando a paso lento hacia el hombre - el joven Ciel debe dormir sus siestas o estará tan malhumorado que es capaz de lanzarme toda la vajilla entera.

- q-que..?! - retrocede hasta que choca contra la pared y ahora tiene a ese hombre de ojos rojos sangre encima de él, sonriendo.

- y ahora tengo que modificar toda su agenda por la estupidez que hiciste ...así que donde está mi amo?
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La puerta se abre de la mazmorra revelando Sebastián y con el hombre arrastrando detrás de él.

- quitale eso - ordena Sebastián refiriendose a las esposas que tiene Ciel.

El hombre hace lo que le ordenan, temblando libera a Ciel de las esposas y el niño camina hacia Sebastián quién le hace una reverencia.

- disculpa la tardanza joven amo, fue fácil de encontrarlo pero el trayecto fue largo - dice amable para luego ver la mejilla de Ciel - que le pasó joven Ciel?

Ciel más tranquilo y sin importarle que el hombre aún estuviera en la habitación empieza hacer pucheros y grandes gotas saladas se acumulan en sus ojos. El hombre al ver su reacción estaba perplejo para luego pasar a espantado cuando el mayordomo lo mira con ojos vacíos y brillantes.

- Sebby! Me golpeó! - dice Ciel señalando al tipo para luego llorar a cántaros - fue malo! Fue malo!

Sebastián lo carga y deja que Ciel se esconda en su cuello, camina hacia el hombre que estaba que le da un infarto ahí mismo.

- Señor Charles, mi joven amo quiere decirle algo...

- e-eh..?

- bye bye señor Charles - dice Ciel despidiéndose con su manita para luego apoyar se cabeza en el hombro de su mayordomo y mirar hacia el otro lado.

- q-que...?! - fueron sus últimos palabras antes que una gran Mao estrellara su cabeza contra la pared de piedra, el cráneo crujió y la sangre brotaba de sus oídos y nariz. Sebastián estrelló su cabeza una vez más solo por qué le dio la gana.

El cuerpo cayo y Sebastián dio finalizado su trabajo.

- vamos a casa Joven amo - dice para luego salir de la mazmorra y de la mansión como tal.

- Sebby sueño...- dice adormilado con el pulgar en la comisura de sus labios cosa que Sebastián aleja.

- primero tomemos un bañito y luego a la cama, está bien?

Y así la pareja se perdió en la oscuridad, con una mansión incendiándose detrás de ellos.