Viajar en avión puede ser el sueño de muchas personas, estar sobre las nubes y ver el mundo tan pequeño, viajar sobre el inmenso océano y conocer muchos lugares; pero así de maravilloso cómo suena también puede convertirse en una tragedia que podría...
Joaquín había ido a comprar algunas cosas para la casa, para la cocina y para él, cuándo se encontró con Andrés, el día se le arruinó por completo, hizo sus compras y volvió a la casa, muy estresado e irritable.
- Sí, hola, también me alegro de verte.
Estaba tan enojado que sólo dejó las bolsas en la mesa y no notó que Emilio ya había llegado.
- Hola.
Joaquín se acercó a Emilio y se sentó en sus piernas.
- ¿Mal día, Joaquín?
Joaquín asintió.
- Mal día.
- ¿Quieres que te haga un masaje?
- Por favor.
Emilio abrió sus piernas y Joaquín se sentó en medio de éstas de espaldas al rizado, que comenzó a masajear sus hombros.
- ¿Me contarás?
- Me encontré con tu fotógrafo.
- Discutieron.
-No, bueno, él muy hijo de... el muy imbécil me dijo que teníamos un asunto pendiente, que supuestamente él te vió primero y que no le gusta perder, entonces quién sabe qué cosas hará para separarnos.
Emiloo besó el cuello de Joaquín.
- Si es verdad lo que me estás diciendo Andrés puede considerarse hombre sin trabajo.
- Eso era lo que quería escuchar, gracias, Emilio.
- Tú no te dejes afectar por esos comentarios tontos, mejor concéntrate en que estuve viendo unas ideas para nuestra boda.
- ¿De verdad, Emi? Y ¿Qué viste?
- Muchas cosas, Dios, todo me gusta, ¿Podemos casarnos unas 50 veces?
Joaquín rió.
- Las que tú quieras, Emi.
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Eduardo y Niko estaban esperando en el auto a que Matthew saliera del jardín, todos los niños estaban saliendo al encuentro de sus papás.
- Me preocupa un poco que se está volviendo demasiado consentido y caprichoso.
- Prometo ya no llevarte la contraria y no consentirlo tanto.
- Eso me sería de mucha ayuda, Niko, gracias.
Niko sonrió, Matthew salió de la colorida casa y corrió hacía el auto, Eduardo abrió la puerta y lo recibió.
