Viajar en avión puede ser el sueño de muchas personas, estar sobre las nubes y ver el mundo tan pequeño, viajar sobre el inmenso océano y conocer muchos lugares; pero así de maravilloso cómo suena también puede convertirse en una tragedia que podría...
- Cinco si así lo quieres, Emilio, deberías saber que lo que tú quieras es lo que yo quiero.
- Te amo tanto, Joaquín.
- No tanto cómo yo a tí.
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30 DE NOVIEMBRE DE 2022
Emilio y Joaquín se habían casado hace 1 mes, fué una reunión que al principio se planeó más privada, pero luego terminó yendo toda la gente más cercana al rizado, que no era poca y la familia y amigos del joven Bondoni. Joaquín había establecido la escuela de fútbol, una de las más reconocidas en la que cualquier niño y joven con el sueño de jugar éste deporte quería entrar, tenía buenos entrenadores, instalaciones de lujo y los chicos viajaban a muchas partes con todo pago gracias a la cuota que mes a mes pagaban. Emiloo había estado trabajando demasiado, salían pasarelas importantes cada semana, sesiones de fotos y entrevistas. Pero ahora se tomaría el tiempo para dedicarse a su familia, a Joaquín y a los hijos que planeaban tener.
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Eduardo y Niko estaban haciendo vídeollamada ya que el pelinegro estaba en los Ángeles, pero el rubio estaba en Ámsterdam para unos conciertos allí.
- ¿Ya te había dicho que te amo? - Dijo Eduardo.
Niko miró hacía un lado y rascó su quijada cómo pensando.
- No lo sé, no lo creo.
- Te amo, te amo, te amo.
Niko sonrió.
- Y yo a tí, Eduardo.
En eso Matthew entró a la habitación con su carita manchada de harina y con carita de "Yo no fuí", cuándo vió hacía la pantalla sus ojos se iluminaron.
- Papá Niki.
Matthew corrió hacía la cama y se sentó en las piernas de Eduardo.
- ¿Porqué tu cara está blanca, Matthew Barquín Caballero? - Preguntó Eduardo - ¿Qué hiciste?
Matthew cerró sus ojos haciendo reír a Niko.
- Nada, papi.
- Voy a ver.
Eduardo sentó a Matthew en la cama y salió de la habitación.
- ¿Qué hiciste, Matty?
- Nada.
- Matthew.
- Estaba castigado y no podía comer dulce, quise ir a bajar el paquete de galletas a escondidas, pero... no me funcionó y se me cayó todo.
- ¡¡Matthew Barquín Caballero!!
Matthew puso las manos en sus oídos, Niko rió. Sí, en esos 2 años los 3 estuvieron de acuerdo en que Matthew llevara el apellido de Niko.
- Estás en problemas, cariño.
- ¿Cuándo vuelves?
- No alcanzo a llegar para salvarte del castigo, lo siento.
Matthew hizo un puchero.
- Vuelve ya.
- No puedo todavía.
- Es que...
Matthew jugó con sus manos en un gesto nervioso.
- ¿Qué pasa, nene?
- Papi tiene un amigo que no me gusta, es grosero, me grita cuándo papi no está, pero cuándo sí está me dá dulces y es lindo, es un mentiroso.
El rostro de Niko se volvió serio.
- Y le dá besitos aquí...- Dijo Matthew señalando su mejilla - ...A papi, no me gusta, cuándo viene a casa papi me manda a la habitación. Vuelve ya papá Niki.
- ¿Cómo se llama ese amigo?
Matthew lo pensó durante unos segundos.
- Polo.
Niko cerró sus ojos y bajó la mirada, Eduardo entró a la habitación.
- Estás castigado hasta nuevo aviso, vé a alistar las cosas para bañarte.
- Sí, papi, adiós papá Niki.
- Adiós, Matthew, cuídate y cuida a tu papi - Dijo Niko guiñando un ojo - Ya sabes.
- Sí.
Matthew se bajó de la cama y salió de la habitación, Eduardo volvió a sentarse frente a la pantalla.
- Me tengo que ir, ¿Hablamos en la noche?
- ¿Todo bien? ¿Qué te dijo Matthew?
Niko frunció los labios.
- Nada, me tengo que ir.
- Niko.
- Está bien, Eduardo, hablamos en la noche.
- Vale, te amo.
- Yo igual, Edu, te amo. Pórtate bien.
- Y tú, adiós.
- Adiós.
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