CAP. 06

0 0 0
                                    

-Que!? No estoy entendiendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Que!? No estoy entendiendo. - miré fijamente a mis padres para luego mirar a los dos adultos al frente de mí. Habían planeado un  compromiso sin habérmelo consultado antes.

-Tu y Nahil se comprometerán para fortalecernos mutuamente. - dice mi padre como si eso fuera lo más normal del mundo.

-No! - dije dando varios pasos atrás en forma de disgusto. No me sentía segura de hacer algo que no me apetecía.

Pensé que eso solo sucedía en el pueblo. Sé que las parejas de matrimonios arreglados obtienen el apoyo de una extensa familia y del vecindario en el que viven. Los padres trabajan juntos para encontrar parejas adecuadas para sus hijos, y muchas familias son conocidas antes de que sus hijos se casen.

En muchas de estas comunidades de todo el planeta, las familias siguen viviendo en el mismo barrio, a veces junto a la otra o en la misma casa. La unidad de la familia proporciona apoyo emocional para una pareja joven. Los abuelos ayudan a cuidar a los nietos, tal vez haciendo de niñeros cuando ambos padres trabajan. Pero esto es algo que no favorece a ninguno de los jóvenes en sí.

-No me quiero casar con un completo, necesito conocerlo por lo menos algunos 2 años, y todavía sigue siendo muy apresurado. - digo mirando con desconfianza las personas que hay enfrente de mí. - Siempre va a ver desconfianza en ese casamiento. Cuando la pareja en cuestión no tiene tiempo para reunirse antes de la ceremonia. Ambos podemos contraer matrimonio voluntariamente para que no sea un matrimonio forzado, pero eso no cambia el hecho de que puede haber falta de confianza. Me estoy viendo en una situación no es muy favorable, me veo obligada a tener intimidad con alguien que es un completo extraño, pero que también sería mi futuro cónyuge. Con ese simple hecho puede convertir el inicio del matrimonio con el pie derecho en un desafío

-Itzayana, soy tú padre y se que es lo mejor para ti. - dice esté con autoridad.

-Yo se perfectamente que es lo mejor para mí! - digo oponiendome, no podía dejar que haga con mi vida lo que le plazca.

-Itzayana! Soy tu padre y tienes que hacer todo lo que yo te diga, te guste o no. - Auch, eso de verdad dolió muchísimo, lo veía con tanta admiración y ahora no reconozco al hombre parado enfrente de mí.

-Yo soy la dueña de mí vida. - digo bastante enojada. - Nadie puede meterse en mi mente, sólo yo puedo crear las fantasías, sueños, esperanzas, temores que tengo y son todas mías. Yo soy capaz de forjar mi propio destino.

-Itzayana hija. Tranquilizate. - dice mi madre tratando de calmarme, pero sé que es para no llamar la atención de los demás invitados.

-No, no puedo tranquilizarme. Cómo pretendes de que esté tranquila sabiendo que han arreglado un matrimonio para mí. Yo soy la única dueña de mi vida, puedo dar todo de mí porque sobre eso nadie me manda qué hacer o qué decir. Soy feliz y me siento contenta con lo que veo en mi espejo, y si alguien no sabe apreciarme no importa, habrá muchos que lo harán y sabré que siendo como soy, puedo ayudar a otras a amarme como yo me amo. - digo al borde de las lágrimas, me siento como una marioneta que solo fue creada para algo en específico. - Dime algo padre. Alguna vez te importe como tu hija?

De Princesa A Gobernante. [EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora